Mientras la mayoría de las encuestas vaticinan una holgada victoria del PNV en las elecciones municipales y forales del 28 de mayo y este partido llama a la participación para combatir una abstención que, a su juicio, le perjudica; el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, protagonizó ayer una comparecencia monotemática en la que el único destinatario de sus críticas fue el partido de Andoni Ortuzar.

En la segunda convocatoria celebrada en la flamante nueva sede de los populares de la CAV tras su inauguración con la presencia de Cuca Gamarra, Iturgaiz se enfundó la chaqueta electoral con un discurso de pura campaña, no en vano estuvo flanqueado por las candidatas a diputada general de Bizkaia, Raquel González, y a la Alcaldía de Bilbao, Esther Martínez. Aludió a los discursos del reciente Aberri Eguna y advirtió de que “cada voto a las siglas del PNV es un voto al procés vasco, por cuyo liderazgo están peleando Bildu y PNV”. Pese a ello, según él ambos acabarán “sumando fuerzas para impulsar ese procés”.

A su juicio, esta formación “ya está instalada en la extrema radicalidad y compite por ser una fotocopia de Bildu en esta tierra”. Ante una nutrida presencia de medios, enumeró “el deterioro de la calidad educativa, el desprestigio de la sanidad vasca y el mirar hacia otros lados ante la inseguridad creciente en muchas ciudades”. También que “respaldaran la ley del sólo sí es sí y protegieran a De Miguel”, para concluir que “el PNV no puede combatir el deterioro democrático porque ellos lo han fomentado en Euskadi”.

Iturgaiz defendió por ello que el PP es “una alternativa clara” a un PNV que “se ha echado al monte una vez más, como lo hizo en tiempos del pacto de Estella”. Su partido “puede terminar con el peor Gobierno de la historia de este país y hacer que Sánchez y todos sus aliados dejen de perjudicar a España a nivel nacional e internacional”.