Síguenos en redes sociales:

2023, ¿el último año para acordar en Euskadi?

En 2024 tendrán lugar las autonómicas, que amenazan con polarizar los discursos

2023, ¿el último año para acordar en Euskadi?FOTO: IREKIA

Donostia – Este año estará marcado por las elecciones municipales y forales de mayo, y por las generales que tendrán lugar en los últimos meses o a principios de 2024. En esas circunstancias, el Gobierno Vasco asume que será complicado alcanzar acuerdos con la oposición, pero también cree que no queda otro remedio que aprovechar las ventanas de oportunidad que se abren entre las citas con las urnas, en los pocos meses sin elecciones ni campañas, porque el próximo año podría ser aún más complicado. Algunos comentarios informales de las consejerías del Ejecutivo de Urkullu constatan que, si la oposición puede verse tentada de marcar distancias con el Gobierno ante unas elecciones municipales, más aún lo hará cuando se acerquen las autonómicas, que afectan directamente a la continuidad o no del gabinete encabezado por los jeltzales en coalición con los socialistas.

Las elecciones autonómicas tendrán lugar en la primera mitad de 2024, lo que, sumado a la disolución del Parlamento Vasco 54 días antes de esas elecciones y al periodo inhábil en enero, podría reducir a su mínima expresión el margen para aprobar leyes el año que viene. Si se aprobaran propuestas, podría tratarse de aquellas que hayan sido apalabradas de antemano, con un consenso forjado previamente.

De ahí que se quiera sacar chispas a los meses que quedan ahora hasta que se convoquen en abril las elecciones municipales y forales del 28 de mayo, y a los meses que quedarán desde julio hasta las elecciones generales, que tendrán lugar en una fecha que se desconoce. La posibilidad de que Pedro Sánchez convoque un superdomingo que haga coincidir las generales con las municipales parece ya descartada, y todo apunta a que quiere apurar su mandato para aprovechar el escaparate de la presidencia de turno europea que asumirá en el segundo semestre de este año. Los cálculos más verosímiles apuntan a finales de este año o principios de 2024 para las generales.

Esta secuencia de acontecimientos obligará al Gobierno Vasco y a los partidos a encajar las negociaciones y allanar la aprobación de leyes estratégicas en los periodos hábiles entre elecciones en el transcurso del año 2023, aunque pueda parecer paradójico apelar a un año totalmente electoral. Es un mal momento, pero quizás sea el único, vienen a decir en privado. El Gobierno Vasco no quiere decir que vaya a bajar la persiana de las negociaciones a partir de 2024, pero sí tiene la prevención de que la oposición podría marcar distancias en puertas de las elecciones autonómicas. l