Tanto Andoni Ortuzar como Iñigo Urkullu tuvieron ayer palabras de recuerdo y solidaridad hacia el pueblo ucraniano ante el conflicto bélico que está sufriendo y el lehendakari echó la vista atrás para asegurar que “somos eslabones en una cadena de continuidad histórica que ni empieza ni acaba con nuestra generación”.

Citó entonces al lehendakari José Antonio Aguirre, que supo atender “con cercanía y humildad las demandas y necesidades de un pueblo que sufrió guerra y exilio”, recordó. El propio Aguirre “recorrió medio mundo defendiendo la democracia y la causa vasca de la libertad”, y en ese periplo llegó a ser recibido en 1946 por el secretario general de la ONU. “Sus informes fueron reconocidos como base para las sanciones, las primeras y únicas, contra el dictador Franco”, glosó.

Haciendo un paralelismo con ese hecho histórico, Urkullu aprovechó el Alderdi Eguna para anunciar que Euskadi será sede “permanente y global” del Secretariado de la Coalición Local 2030 de Naciones Unidas, el ente dedicado a promover los objetivos de desarrollo sostenible que aparecen marcados en la Agenda 2030. “Esta decisión representa un reconocimiento a la trayectoria de las instituciones y la sociedad vasca”, aseguró, y citó que Euskadi “es punto de referencia para impulsar la sostenibilidad y la solidaridad en el mundo”.

“La ikurriña no ondea todavía en Naciones Unidas pero la bandera de la ONU ondeará en Euskadi”, añadió en recuerdo y homenaje al primer lehendakari y a toda su generación, que “celebrarían este hito como un gran logro de nuestro país”. También supone un reconocimiento a “una forma de hacer política en favor de Euskadi y de un mundo más justo y mejor. Política con alma”.