La exdirigente de ETA Marixol Iparragirre, 'Anboto', que puso voz al comunicado en el que la banda anunció su disolución en 2018, se ha dirigido este martes en un juicio al fiscal para preguntarle: "¿Lo que me propone la justicia española es salir de la cárcel con 90 años?".

Anboto le ha formulado esta pregunta al fiscal al hacer uso de su derecho de última palabra en el juicio celebrado en la Audiencia Nacional por un atentado frustrado el 20 de mayo de 1985 cuando el comando Araba de ETA colocó un coche bomba junto al estadio de Mendizorroza de Gasteiz para que explosionara junto a los policías del dispositivo para un partido de fútbol entre Alavés y Lleida.

El fiscal ha mantenido su petición de 488 años de prisión para Iparragirre, que en su turno de última palabra ha manifestado que le había dolido el comentario que había realizado el representante de la Fiscalía durante su informe relativo a que da igual los años a los que sea condenada en las causas que tiene abiertas en España porque solo cumplirá un máximo de 30.

"Tengo 61 años, llevo 18 años en la cárcel pero España no acepta los 15 que estuve en Francia, luego parece que solo llevo tres. Treinta años me quedan, ¿con 90 años voy a salir, eso es lo que me propone la justicia española?", ha indicado la exidirigente dirigiéndose al fiscal.

Y ha añadido: "Ya va siendo hora de que cerremos realmente lo que ha ocurrido y de que podamos entendernos, de que podamos hablar, de que podamos mirarnos a la cara y de que se pueda decir alto y fuerte que aquí se ha torturado y se ha utilizado la tortura como método para luchar contra ETA".

Iparragirre, que acumula ya numerosas condenas de centenares de años de cárcel por parte de la Audiencia Nacional tras su entrega por Francia en 2019, negó en la primera jornada de la vista, este lunes, su participación en este intento de atentado, que resultó frustrado ya que los policías nacionales desactivaron el artefacto explosivo del coche bomba.

Este juicio ya se celebró en diciembre de 2020 y la Audiencia Nacional la absolvió en marzo de 2021 pero el Tribunal Supremo ordenó posteriormente repetirlo con otros magistrados al apreciar un "grave error" al haber omitido la valoración de una prueba de las huellas de la acusada halladas en el coche bomba "con una argumentación no racional".

En la sesión de este martes han declarado como peritos los dos policías nacional que elaboraron el informe de las huellas encontrada en el coche bomba.

Han explicado que encontraron cinco huellas, una en un cenicero que no pudo ser identificada y cuatro en el volante, todas las cuales correspondían a Anboto, lo que comprobaron al cotejarlas con las que constaban en la base de datos policial y que le fueron tomadas a la acusada por las Fuerzas de Seguridad en 1981, 2004, 2010 y 2019.

En su informe el fiscal ha señalado que lo manifestado en el juicio por 'Anboto', que aseguró que no participó en este atentado frustrado ya que no se integró en ETA hasta 1990, se contradice con lo que manifestó en otra vista anterior por otra causa en la que aceptó una pena de 30 años de prisión en virtud de un acuerdo de conformidad con la Fiscalía por el que reconoció su integración previa en el comando Araba.

El abogado defensor ha pedido la absolución de Anboto y ha aclarado que en todo caso su representada habría reconocido en dicho juicio anterior su relación con el comando Araba pero desde 1987, dos años más tarde del intento de atentado junto al estadio de Mendizorroza.

Este martes ha declarado también un Tedax de la Policía Nacional que participó en la desactivación del explosivo colocado en el coche bomba por los terroristas, que ha señalado que constaba de dos cajas de gran tamaño de chapa con doce kilos de goma 2 y más de cien de metralla con tornillos.

Ha añadido que estaba preparado para ser explosionado con mando a distancia ya que el receptor tenía ya encendida la luz y que no fue accionado gracias a que se pudo activar un dispositivo para evitarlo tras ser localizado el coche bomba tras conocerse que había sido robado y que los terroristas aparcaron en la zona en la que se ubicaron las furgonetas policiales por el partido de fútbol.