La negociación con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que nombre a los dos magistrados que le corresponden en el Tribunal Constitucional se complica, otra vez.

En medio de la crisis dentro del PP por un supuesto pacto entre Pablo Casado cuando todavía era el presidente del partido y Pedro Sánchez para conseguir de una vez pasar página y culminar la renovación del CGPJ, ahora choca con un nuevo problema.

Según informó ayer El País, el magistrado Manuel Marchena, hasta ahora presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo y conocido por haber redactado la sentencia contra los presos del procés, descarta ser uno de los candidatos.

El magistrado conservador quiere seguir presidiendo la influyente Sala Segunda del Supremo, con lo que se asegura juzgar varios casos de corrupción pendientes y relacionados con el PP.

Esta renuncia de Marchena amenaza también con retrasar la renovación del Tribunal Constitucional que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aspiraba a forzar este mismo mes de septiembre.