- El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, explicó ayer que la Er-tzaintza continúa con la investigación para “ver si es posible una identificación de autoría” que sirva, “con el mismo fundamento que en el caso de Mikel Karrera”, para hacer “una imputación clara” a una segunda persona por el atentado perpetrado el 23 de noviembre de 2001 en Beasain, en el que ETA asesinó a los er-tzainas Francisco Javier Mijangos y Ana Isabel Arostegi.

La Ertzaintza atribuye al exjefe de ETA Mikel Karrera Sarobe, alias Ata, la autoría de este atentado, aunque se maneja la hipótesis de que en el mismo Karrera Sarobe estuviera acompañado de más personas.

Erkoreka, en declaraciones a los periodistas en Donostia, detalló que el contraste de la información genética, “inicialmente anónima”, que existía en la cobertura de un caramelo que se descubrió en el vehículo usado por los autores del crimen, ha permitido atribuir la autoría del delito a una persona que, efectivamente, tiene unos rasgos genéticos que coinciden”, en referencia a Karrera.

Así, puntualizó que “esto ha sido solo posible hasta el momento presente en relación con una de las personas”. “Hay datos, hay testimonios que ponen de manifiesto que en ese atentado intervinieron dos personas”, apuntó el consejero de Seguridad, quien señaló que respecto a esta segunda persona “no existe evidencia científica en el mismo nivel y en la misma medida como la que existe en relación con Mikel Karrera”.

En ese sentido, reiteró que “la investigación continúa y se sigue activando los mecanismos que la policía científica tiene a su disposición para ver si es posible una identificación de autoría que sirva, con el mismo fundamento que en el caso de Mikel Karrera, para hacer una imputación clara de cara al enjuiciamiento posterior de estas personas”.