gasteiz - Ayer testificó en el juicio por el caso De Miguel la hermana del empresario imputado Josu Arruti, Estíbaliz Arruti, que aseguró que éste no le informó de las comisiones que supuestamente gestionaba junto a Alfredo de Miguel. De esta manera, la testigo explicó que su trabajo en la empresa familiar Sidepur, una de las sociedades investigadas, se limitó a cuestiones administrativas y que su hermano no le comentó nada de las comisiones que admitió esta semana, ni tuvo participación en la negociación de la misma. En la misma línea se pronunció otro testigo, Gorka Errasti, cuñado de Arruti, que dijo tener “confianza ciega” en la familia.

El pasado lunes el empresario Josu Arruti, imputado en la causa, admitió que tanto él como Alfredo de Miguel acordaron en 2005 pedir al Grupo Riera en el marco de una operación urbanística en la localidad de Zambrana una comisión de 161.000 euros para cada uno, lo que fue aceptado por Francesc Fernández, uno de los responsables del grupo constructor catalán. Este hecho fue confirmado al día siguiente por el propio Fernández y otro de sus socios.

En la jornada de ayer, mientras que Estíbaliz Arruti se escudó en que no tenía grandes responsabilidades en las empresas familiares, Gorka Errasti, socio constituyente de Zerulur, otra de las compañías investigadas, reconoció que creó esta sociedad porque tenía “confianza ciega” en su suegro -también imputado-, y que no puso en duda el flujo de dinero entre las tres empresas familiares. También enmarcó dentro de la normalidad la contratación de la mujer de De Miguel y los sueldos que cobraban a pesar de que no tenían facturación. Esta forma de actuar provocó la “extrañeza” del presidente del tribunal, Jaime Tapia, quien emplazó a Errasti a dar una “explicación un poquito más boyante”.

Tras la declaración de este último acusado comenzó la fase documental del juicio, que en su mayoría se dio por reproducida por las distintas partes, aunque la Fiscalía sí reclamó la exhibición de varios documentos.

parón en el juicio Tras la sesión de ayer con los últimos testigos, el juicio que investiga la presunta trama corrupta en la que estarían implicados varios exdirigentes del PNV alavés se retomará el día 20 con el informe final de la Fiscalía, que tiene a partir de ahora una semana de plazo para cambiar sus peticiones de cárcel, tras haber admitido algunos encausados que gestionaron comisiones junto a Alfredo de Miguel.

En este macroproceso se han sentado en el banquillo un total de 26 imputados, varios de los cuales han admitido esta semana el cobro y pago de comisiones tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. El juicio se retomará el próximo día 20, cuando el Ministerio Fiscal comenzará a presentar su informe final. En un principio, el fiscal jefe, Josu Izaguirre, tiene de plazo hasta el miércoles de la semana que viene, día 14, para modificar su escrito de acusación y las defensas hasta el viernes para los suyos. - Efe