Iruñea - UPN y PP aprovecharon ayer una comparecencia de la consejera Ana Ollo sobre la política de comunicación del Gobierno de Nafarroa para cargar contra los medios en euskera, volver a agitar el fantasma de la imposición lingüística y exigir más dinero para las plataformas web privadas, el formato bajo el que han proliferado más medios afines a la oposición en los últimos años.
En un principio, el PSN había citado en el Parlamento a la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales para dar cuenta del resultado de una convocatoria de subvenciones para medios de comunicación generalistas en formato digital y sin ánimo de lucro. La iniciativa, pionera en Nafarroa y demandada por una enmienda parlamentaria, buscaba reforzar los proyectos periodísticos provenientes de la sociedad civil -entroncados dentro de la estrategia de la Red de Investigación en Comunicación Comunitaria Alternativa y Participativa (RICCAP)- que no tienen más financiación que las donaciones y las suscripciones. Pero al final ninguno de los aspirantes ha podido acceder a los 90.000 euros de subvención ya que no se han cumplido los requisitos exigidos por el Gobierno foral.
Pero, en realidad, eso le dio igual tanto al proponente de la comparecencia, el parlamentario Guzmán Garmendia (PSN) como al resto de fuerzas de la oposición. Garmendia, que incluso mantiene una sección propia en una de las webs privadas que hacen seguidismo a la oposición, no se detuvo tanto en la crítica a los medios euskaldunes como en reprochar a Ollo que pedir que “se ocupe mejor de los medios online”, ya que “desde que está sentada en esa silla es parcial en el uso de la publicidad institucional”, está “manipulando a los medios” y “no hace caso a la mayoría, donde está la gente”.
“obsesión” con el euskera Los que sí tuvieron fijación contra los medios en euskera fueron Juan Luis Sánchez de Muniáin (UPN) y Ana Beltrán (PP). El regionalista tildó la política de comunicación del Gobierno de “sectaria”, se hizo una película con que detrás del concurso para la subvención (que ha quedado desierto) se escondía una intentona del Ejecutivo por crearse un medio afín poco antes de las elecciones -tesis que reforzó con la evidencia de que entre los seguidores de ese medio habría “seguidores de Geroa Bai y Podemos”- y acusó al Gobierno de usar “una caja B” de donde saldrían las subvenciones para los medios en euskera, “que burlan la publicidad institucional” y obtienen “un dinero que no les corresponde por criterios de objetividad”.
Una línea similar mantuvo la presidenta del PP, que insinuó que las subvenciones se dan “por intereses políticos” del “tercio nacionalista vasco”, vinculando directamente una lengua propia de Nafarroa con una opción política concreta.
Ollo casi no supo ni cómo reaccionar a las palabras de dos portavoces absolutamente “obsesionados” con el euskera, como denunciaron Bakartxo Ruiz (EH Bildu) y José Miguel Nuin (I-E). Ironizó que “como adivinos no tienen precio” y sacó los datos que demuestran que la publicidad institucional se otorga por audiencia, y que las ayudas a los medios en euskera están contempladas en Nafarroa desde 1986. Por eso concluyó que lo que les ocurre a UPN y PP es que adolecen de “euskarafobia”.- A. Irisarri