DONOSTIA - El cesado president de la Generalitat, Carles Puigdemont, apuntó ayer que hay muchas manetas para desarrollar el soberanismo catalán, hasta el punto de asegurar que la independencia no tiene por qué ser el objetivo final del procés. Recordó que “los catalanes siempre hemos pedido la autodeterminación de forma pacífica”.

Puigdemont realizó estas declaraciones en el debate del Festival Internacional y del Foro sobre Derechos Humanos (FIFDH) celebrado en Ginebra, en el que además del cesado president de la Generalitat también tomaron parte la expresidenta suiza Micheline Calmy-Rey; el periodista Xavier Vidal-Folch y Nicolas Levrat, profesor de Derecho Europeo e Internacional de la Universidad de Ginebra. Según señalaron los organizadores del evento, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también había sido invitado al debate, aunque declinó el ofrecimiento.

En su intervención, Puigdemont afirmó que no se puede asociar nacionalismo con exclusión -“yo no lo soy en este caso”, señaló-, hasta el punto de asegurar que “si una mayoría de Catalunya quisiera la independencia para hacer lo que hace el Estado (español), yo no sería independentista”.

El tono conciliador llevó a Puigdemont a asegurar que “yo no saqué la bandera española de la Generalitat porque muchos catalanes la sienten como suya” y señaló que “con respeto y empatía política todo es posible”. Sobre el impasse en el que se encuentra la investidura de un nuevo president del Govern afirmó que “todavía soy el presidente escogido por el Parlament, la institución no me ha retirado la confianza”.

Por su parte, Calmy-Rey aseguró que “los movimientos independentistas no renuncian a Europa, son europeístas”, por lo que remarcó que “el movimiento catalán crece para hacer crecer su territorio”. -N.G.