Donostia - El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, destacó ayer la necesidad de reformar la Constitución, ya que “es la mejor forma de garantizar su perdurabilidad y eficacia y de renovar el consenso social que la legitima”. Dicha modificación deberá “ser el resultado de un proceso de reflexión sosegado” fruto de la “amplia negociación política que intente repetir los consensos alcanzados en 1978”. Sin las “premuras” que existieron cuando hace cuatro décadas se alumbró la Carta Magna, llamó a evitar “los errores en los que se incurrió: dejar el modelo territorial permanentemente abierto e inacabado en la definición de sus elementos estructurales y lo que es peor, al albur del juego partidario”.
En una conferencia ofrecida ayer en Murcia, Pérez de los Cobos alertó que la definición del modelo de las autonomías “se ha visto sometida” a un juego partidario que no debería de haber existido durante las últimas décadas, pero tampoco reproducirse en la actualidad. Tras comentar las pautas que deben regir un proceso de reforma, estimó que no existe la urgencia que algunos partidos plantean. “Los tiempos de reforma son una garantía de acierto pero la envergadura de la reforma debe ser limitada y focalizada sobre aquellos aspectos que la precisen y sobre los que sea factible un acuerdo”, sentenció. No en vano, según él, “son muchos los aspectos en los que la Constitución funciona adecuadamente”.
Pérez de los Cobos propuso “clarificar la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades, “de manera que se mejore la eficiencia en el ejercicio de la actividad de los poderes públicos y se reduzca la excesiva conflictividad institucional”. Sería indispensable diseñar un sistema territorial más acorde “que determine quién puede desempeñar más adecuadamente las funciones y ofrezca al titular la seguridad jurídica que necesita para hacerlo”.
Sin haberlo mentado durante su alocución pero entrando de lleno en el debate soberanista catalán, el magistrado no dudó en defender la labor realizada por el Tribunal Constitucional, organismo judicial que a instancias del Gobierno de Rajoy -a través de la Abogacía del Estado- decidió suspender por unanimidad una resolución del Parlament de Catalunya para abrir su hoja de ruta hacia la independencia. El TC ha metido en la nevera la ejecución del incidente por desobediencia a sus sentencias abierto contra la presidenta del hemiciclo, Carme Forcadell, si bien ello no supone que se congelen las sanciones cautelares o penales que pesan contra ella.
“Principios y reglas” Pérez de los Cobos no se mostró contrario al derecho a decidir, al que calificó de “una aspiración defendible”, aunque recordó que la primacía de la Carta Magna “no puede confundirse con la exigencia de adhesión positiva a la norma fundamental”. Y es que, según puntualizó, el planteamiento de estas concepciones que modifique el fundamento del orden constitucional “tiene cabida en el ordenamiento, pero siempre y cuando se haga respetando los principios y reglas de la Constitución”. “Exige que se haga desde el respeto a la Constitución y a la ley y no ignorando uno y otro”, subrayó, por lo que defendió los pronunciamientos realizados por el ente judicial que dirige.
“Han sido los que cabría esperar de un órgano que tiene encomendada como principal función la defensa de la Constitución, que la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, afirmó. Por último, reclamó “no sofocar el debate político que una parte de la sociedad catalana está pidiendo, pero ese debate debe hacerse desde el respeto a la Constitución y a la ley”. - E. P.