Donostia - El duelo judicial entre Luis Bárcenas y Javier Maroto ha servido para aclarar que ambos se dan “asco” mutuamente y para alumbrar un cruce de reproches en materia de corrupción. El extesorero del PP había demandado al exalcalde de Gasteiz por llamarlo delincuente y asegurar que le repugna, un ataque que devolvió ayer Bárcenas con una carga de profundidad en su visita a los juzgados de Plaza de Castilla. Bárcenas sacó a relucir la reciente condena del Tribunal de Cuentas contra Maroto por haber causado un perjuicio económico al ayuntamiento de Gasteiz con el alquiler de unas oficinas, y consideró que es un político de “poco nivel” que le da “asco” porque no respeta su presunción de inocencia.
Bárcenas realizó esas valoraciones antes de declarar en los Juzgados de Plaza de Castilla por una querella por injurias. Fue citado tres horas después de que Maroto se ratificara ante el juez en que es un “presunto delincuente” con “patrimonio suficiente” para devolver el dinero robado. Bárcenas no se mordió la lengua. “Es de ese tipo de políticos de poco nivel que no respetan la presunción de inocencia”, dijo sobre Maroto. Acto seguido, manifestó que siente “repugnancia” y un “asco profundo” hacia él.
Según Bárcenas, Maroto es “reo de una condena del Tribunal de Cuentas” que, en analogía penal, equivaldría a un delito de malversación y prevaricación. No es la primera vez que Maroto tiene un enfrentamiento con cargos o excargos de su propio partido por afearles su implicación en presuntos casos de corrupción. Recientemente, la excalcaldesa de Valencia Rita Barberá le conminó a ocuparse del caso de los alquileres en lugar de marcharse a Eurovisión. - E.P./N.G.