Donostia - De convocarse elecciones, y a expensas de si se quiebra Junts pel Sí, donde sí habrá ruptura segura es en la CUP ya que no parece que las diferencias internas vayan a quedarse en la dimisión de su cabeza de lista Antonio Baños. Poble Lliure, la corriente de la fuerza anticapitalista proclive a la investidura de Artur Mas, emitió ayer un comunicado oficial donde tacha de “grave error” la postura de no haber facilitado la formación de un Ejecutivo y, como consecuencia, de detener la hoja de ruta secesionista al entender que esta decisión “incumple la promesa electoral de ser el acelerador y la garantía del proceso independentista”. En el escrito recuerda que la CUP se comprometió a, en caso de ser decisiva, no poner obstáculos en la proclamación de la república catalana, por lo que culpabiliza a los sectores más reaccionarios de tener buena culpa de que haya que pasar otra vez por las urnas. “Corresponde a las diferentes organizaciones y personas que han defendido el peligroso escenario actual y sobre todo a Crida Constituent, que es quien ha dirimido el empate en la CUP, gestionar la nueva situación y responsabilizarse de las consecuencias que se deriven”, achaca Poble Lliure, sector donde se engloban críticos como Baños -aunque como independiente y miembro de la plataforma Súmate-, Albert Botrán o Julià de Jòdar. Enfrente, Endavant, espectro más radical en el que se mueven Anna Gabriel, Josep Manel Busqueta o Benet Salellas.
Bajo el título Malgrat els entrebancs, la lluita per la independència continua (A pesar de los obstáculos, la lucha por la independencia continúa), Poble Lliure también responsabiliza a Convergència y a ERC de haber mirado más a sus intereses partidistas, preocupados más por “una batalla particular por la hegemonía dentro del campo independentista” que en “facilitar una investidura y acuerdo de gobierno”; y considera paradójico que Mas critique “la falta de sentido de país” de la CUP, cuando podría aplicar el mismo reproche a su partido.
alejarse de podemos Con todo, esta corriente, que hace autocrítica por haber reaccionado “demasiado tarde” cuando se veía que las negociaciones se estaban centrando de forma obsesiva en el nombre de una persona -lo que considera una perspectiva reduccionista-, censura a la facción que, curiosamente, ya tenía pensado aprobar un documento sobre la gestación de un frente de izquierdas nada más repudiar la candidatura de Mas. Por ello, rechaza cualquier acercamiento a Catalunya Sí que es Pot si ello supone sustituir el “objetivo estratégico de la independencia por un hipotético referéndum unilateral”. Según Poble Lliure, la consulta sería como repetir el 9-N, no tendría más participación que aquella cita y “solo serviría para erosionar aún más la hegemonía independentista”, que es lo que creen que buscan los dirigentes de En Comú Podem.
Con el deseo de que se produzca una rectificación de aquí al domingo, señalan que “la sensación es que para mucha gente el proceso negociador en torno a tres ejes -hoja de ruta independentista, proceso constituyente y plan de choque social- ha sido una excusa, ya que se ha repetido una vez y otra que si Junts pel Sí cambiaba de candidato habría acuerdo”. Por último, Poble Lliure agradece la tarea desempeñada por Baños en beneficio de un consenso. “Seguro que, con él y personas como él, construiremos la república catalana independiente”.