Este año se ha adelantado el Chupinazo. Esto es lo que debieron pensar los turistas que pasaron ayer por la plaza del Ayuntamiento al ver a las cientos de personas que se reunieron allí. Aunque el ambiente era casi tan festivo como el del 6 de julio, las razones eran algo más políticas, encaminadas a celebrar el cambio de gobierno.
En vez de escucharse los tradicionales cánticos al santo morenico, la plaza resonaba con los gritos de cientos de personas que daban la bienvenida al nuevo alcalde, de EH Bildu. “Vaya, vaya, aquí no hay Maya” y la tonadilla de tipo ruso “Asiron, Asiron, Asiron” fueron las frases más repetidas por la multitud que se dio cita en la plaza Consistorial sobre las 12 de la mañana.
Además, una txaranga, una batukada txiki, dos bertsolaris y un grupo de bailes latinoamericanos se encargaron de amenizar el ambiente y animar a los participantes, mientras en el Salón de Plenos los 14 votos de EH Bildu, Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra y la Aranzadi aupaban a Joseba Asiron a la Alcaldía.
Reacciones “Espero que con el nuevo gobierno cambien varias cosas”, anhelaba Maier Eguren, “concretamente en Educación o Sanidad y que se haga una defensa del euskera. Ya que con el anterior gobierno no se defendía todo esto”. Un deseo que compartió Luis Txabarri, que acudió con sus nietos. “Es un día para recordar toda la vida. Espero del nuevo gobierno que sea más cercano al pueblo y más tolerante”, señaló.
Jesús, que se autodenomina de “Pamplona de toda la vida”, también tiene esperanzas en este nuevo gobierno. “Espero que cambien la forma de trabajar, que tengan más en cuenta a las organizaciones de la calle. Que no sea un Ayuntamiento cerrado, con eso me conformo”, manifestó este vecino de la calle Descalzos.
Por su parte, Mendi, pamplonés de pura cepa, se mostró encantado con la nueva situación. “¿No se me nota lo contento que estoy? Tengo muchas esperanzas en el cambio, es imposible que lo hagan peor que los anteriores”, apuntó. “Me gustaría que cambiasen muchas cosas, sobre todo en cuanto al paro, la Sanidad y los presos, pero lo veo muy complicado”.
De la misma opinión es Josu Belascoáin, que vive este día “con ilusión, aunque con cierto recelo” ya que en su opinión “hay cosas que cambiar, pero el marco quizá no lo permita”.
Para Xabier Herreros, este cambio supone un soplo de aire fresco: “Con el anterior gobierno hemos estado arrinconados y nuestra voz no se ha tenido en cuenta”, aseguró este profesor de Primaria de 34 años de edad. “Espero de este nuevo gobierno que cuente con la ciudadanía, que gobierne para todos y que la gente pueda participar”, explicó.
Mariano Ansó, vecino de Pamplona, afronta este momento “contento y con muchas esperanzas en el cambio”. “Siempre he pensado que las personas de izquierda son las más honradas. Así que ahora, sabiendo ques los voy a ver otra vez en el poder, me puedo morir contento”, explicó este jubilado. Sin embargo, a pesar de la emoción, Ansó es consciente de que el “cambio será poco a poco, se hará despacito, porque las cosas no pueden cambiar en un día”.
Una jornada festiva que transcurrió sin incidentes, salvo algunos abucheos y pitadas a los miembros del anterior gobierno, así como diferentes cánticos en contra de UPN.
Por el contrario, los que apoyan el cambio fueron recibidos entre aplausos y vítores por los allí congregados. Asiron, el gran protagonista, fue aclamado por los asistentes. Tras saludar desde el balcón consistorial a la muchedumbre, el nuevo alcalde bajó a la plaza, en donde se hizo fotos con los simpatizantes.