El único miembro de Bateragune que no fue detenido en la última operación contra la nueva cúpula de Batasuna pese a participar en varias de sus reuniones, Mikel Ansa Sáez, eludió en 2003 una condena de dos años en la Audiencia Nacional tras comprometerse ante el fiscal y el tribunal a alejarse del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV). Ansa tiene 29 años y aparece en varios de los encuentros de Bateragune, según refleja el juez de la AN Baltasar Garzón en el auto en el que envió a prisión, entre otros, a Arnaldo Otegi.