David Merino reapareció el pasado viernes por la noche después de pasar los últimos tres meses en el dique seco por culpa del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad poco común de carácter neurológico que le dejó sin fuerzas en las piernas. El zaguero riojano no solo volvió a jugar, sino que evidenció encontrarse en buena forma y con golpe. En compañía de Gonzalez, derrotó a Aritz Lasa y Laskurain (22-15) en el frontón de la localidad guipuzcoana de Soraluze.
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