Duración x.

Saques 1 de Xala (tanto 10) y 2 de Titín (tantos 4 y 17).

Pelotazos 372.

Tantos en juego 10 de Xala y 8 de Titín.

Errores 7 de Xala y 11 de Titín.

Marcador 0-6, 1-6, 1-7, 5-7, 5-9, 6-9, 6-10, 10-10, 10-11, 11-11, 14-11, 14-13, 16-13, 16-15, 21-15, 21-17 y 22-17.

Incidencias Gran entrada en el Javier Adarraga de Logroño. Ejercieron de botilleros Aitor Zubieta (con Xala) y Joaquín Plaza (con Titín III). Xala completa el cuarteto de semifinalistas junto a Barriola, Olaizola II y Martínez de Irujo.

donostia. Xala reivindicó hace unos meses su derecho a jugar la final del Manomanista. Después reivindicó sus buenas dotes para la especialidad ganando su primer título individual. Y ahora anda enredado en otro acto reivindicativo: el de calarse la txapela del único torneo que todavía no descansa en su palmarés, el Cuatro y Medio de la LEP.M. Comenzó el asunto derrotando hace una semana a Ekaitz Saralegi y lo continuó ayer subiendo otro peldaño en la escalera a costa de Titín III. Lo hizo en territorio enemigo, el Adarraga de Logroño, el frontón de su rival, acostumbrándose a sufrir y colándose en la liguilla de semifinales.

El lekuindarra se llevó el triunfo en un partido en el que tuvo que trabajar a destajo. No obstante, también tuvo tiempo Xala para sacar a pasear toda la calidad que atesora, sobre todo con su mejor arma, la mano izquierda. Aunque comenzó a remolque en el marcador (0-6), tuvo la paciencia suficiente para desgastar a Titín y recortar distancias hasta lograr el primer empate del partido (10-10). Después hubo otro (11-11), pero a partir de ahí abrió brecha (14-11) y ya no se dejó alcanzar.

El lapurtarra se manejó como nadie con esa renta de tres tantos. Cada vez que Titín apostó por la remontada, se topó con la respuesta de Xala. El campeón del último Manomanista siempre tuvo el marcador de cara en la segunda mitad del choque e incluso dispuso de una máxima diferencia de seis tantos (21-15) que al final se quedó en cinco. Descabalgó así a Titín del torneo, le birló su condición de cabeza de serie y opositó, ya muy en serio, al primer escalón del podio.