donostia. Las negociaciones entre la Liga de Empresas (LEP.M) y las federaciones territoriales de pelota (las de Euskadi, Gipuzkoa, Bizkaia, Álava, Navarra y La Rioja) por fin han llegado a buen puerto. La LEP.M ha aceptado la instauración de un órgano disciplinario para velar por el buen comportamiento de los pelotaris con respecto a los jueces, que estará formado por tres personas: una en representación de la LEP.M, otra que elegirán las federaciones y una tercera imparcial designada de común acuerdo por ambas partes. De este modo, las federaciones, tras recibir el visto bueno la LEP.M a su petición, han decidido levantar el veto a las empresas Aspe y Asegarce, por lo que seguirán enviando jueces a los festivales de ambas promotoras, pese a que habían anunciado que, como medida de presión, dejarían de hacerlo a partir del próximo lunes.
La intención que las federaciones territoriales perseguían desde hace varios meses era la de frenar el mal comportamiento de algunos pelotaris con los jueces de sus partidos, eso sí, sin intervenir en ningún momento en el regimen disciplinario de la LEP.M. Tras recibir la negativa de las empresas a la creación de un órgano disciplinario en el que las propias federaciones tuvieran cabida, el anuncio de dejar de enviar jueces a los festivales de Aspe y Asegarce ha servido para acelerar un acuerdo en el que todavía falta por concretar el nombre de los integrantes de un comité disciplinario cuya misión será la de imponer sanciones económicas (las deportivas se antojan inviables) a los pelotaris que exhiban una mala conducta con relación a los jueces. Falta también por concretar el destino del dinero que se recaude, aunque el fin último es el de mejorar la tensa relación entre pelotaris y jueces.