El mosquito tigre ha sentado sus reales en trece países europeos ribereños del Mediterráneo y puede ser vector de más de veinte arbovirus, entre los que se encuentran los causantes del zika, chikungunya, dengue, fiebre amarilla o la fiebre del Nilo Occidental. Pero no es el único. Otros géneros de mosquitos, de la familia Culex, como los C. perexiguus, C. pipiens, C. modestus y C. laticinctus también pueden transmitir estos virus que azotan a la cuenca del Guadalquivir.
Un invierno suave, la ausencia de depredadores y las altas temperaturas han propiciado un adelanto de cinco semanas en la aparición de las mosquitas, que son las que pican, porque necesitan las proteínas de la sangre para producir sus huevos, y la posibilidad de que se dupliquen sus ciclos reproductivos, y con ello, se eleven los riesgos para la salud pública y la sanidad animal.
Algunos autores sostienen que es el animal más peligroso del planeta, después del hombre. Causa más de 725.000 muertes cada año, al ser transmisor de cientos de patógenos.
Todos debemos implicarnos en evitar su presencia, eliminando las aguas estancadas en canalillos, charcos o las bases de los tiestos de nuestras terrazas y balcones.
Mi amigo Blas ha estado pescando cangrejos en el río Aragón y ha venido cosido a picotazos. Ignoraba que las mosquitas distinguen perfectamente, la piel sonrosada, suave y cuidada de un urbanita, del cuero curtido, moreno y agrietado de los aborígenes.
Virus del Nilo Occidental (VNO)
Esta zoonosis es, en realidad, una enfermedad propia de algunas aves, como las ocas, córvidos o rapaces, que se transmite por la picadura de la mosquita. No afecta a gallinas o pavos.
El VNO se mantiene en la naturaleza entre mosquitos (del género Culex), que actúan como vectores, y aves silvestres, que actúan como reservorios o almacén del virus, pero no les afecta. Si aumenta la población de mosquitas, se incrementa también la circulación del virus y, por lo tanto, las posibilidades de que afecte, “porque pasaban por ahí”, a personas y a équidos, aunque éstos no puedan transmitirlo, salvo por trasfusión sanguínea.
La mayoría de las infecciones humanas son asintomáticas. Menos del 20% presentan síntomas leves e inespecíficos como fiebre, fatiga, náuseas, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, dolor muscular y debilidad. Menos del 1% de los casos clínicos provocan meningitis o encefalitis que, en algunos casos, puede resultar fatal.
Los pacientes de mayor edad y bajos de defensas son los candidatos ideales a sufrir la forma grave de la enfermedad. En los caballos, también puede ser mortal.
En el año 2018 se produjo el mayor brote en Europa, con más de 2.000 casos en personas.
En los siete primeros meses del año se han detectado mosqitoen Andalucía un total de 17 casos humanos, confirmados, del virus, lamentando dos fallecidos, en la provincia de Sevilla, mientras que, el pasado año, en el mismo periodo, sólo se habían detectado cuatro.
El virus está presente en todos los continentes, salvo en la Antártida. El primer caso español se detectó en 2004, y el mayor brote ocurrió en 2020 con 77 infecciones y ocho muertes. En este momento, el virus ya es endémico. Autóctono andaluz, para entendernos mejor.
Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
Enfermedad que transmiten las garrapatas y puede infectar tanto a humanos como a animales, incluyendo mamíferos y aves, afectando en el mundo a unas 15.000 personas y causando alrededor de medio millar de bajas.
En 2010 se detectó el virus en garrapatas que parasitaban ciervos de una finca destinada a la caza en la provincia de Cáceres. Una de las teorías es que las garrapatas que portan el virus son transportadas por aves migratorias. El 20 de julio, en la comarca leonesa de El Bierzo, se confirmó un caso en un varón que acabó siendo trasladado al Hospital Donostia.
Provoca graves brotes de fiebre, dolor muscular, rigidez del cuello, mareo e inflamación del hígado, y tiene una tasa de letalidad de entre el 10 y el 40%, en función de la capacidad de diagnóstico y tratamiento de cada país. Donde es endémica saben cómo detectarlo y qué hacer con los pacientes. En cambio, esa falta de experiencia en España hizo que un tercio de los nueve casos diagnosticados entre 2016 y 2022, en Salamanca, Badajoz y Ávila, tuvieran un desenlace fatal. Parece que hubo otro caso en 2013.
Debido a los exóticos nombres que hacen referencia a regiones africanas, algunos han relacionado su mayor incidencia con la llegada masiva de migrantes. Otro fallo del sistema educativo del que, quizás, se haga eco el Informe PISA.
Aquí, Radio Falces
Anunciando las fiestas banderas. Era una de las canciones que nos enseñó, en nuestras excursiones montañeras, un amigo de la cuadrilla de chavales de Mundaiz, hijo de falcesinos, Pelayo –juventudes carlistas– para más señas. Entrañable.
Ahora, ETB, misionando en la Navarra Media, apuesta por los encierros y recortadores, pero sin nombrar la lidia de toros, con el cansino lenguaje igualitario del manual de estilo de la empresa pública, y pone a Falces en el mapa de Euskal Herria gracias a un presentador con oficio y tablas, auxiliado por expertos locales de nivel y conocimientos, retransmitiendo en directo el encierro del Pilón con el apoyo, sobre el terreno, de una periodista que apunta maneras y un frivolón que pretendía transmitir entusiasmo y alegría festiva, pero que fue moderando su loco entusiasmo hasta adaptarse al medio al comprobar las reacciones de los lugareños. Tope inclusivo.
La ikurriña que lucía el primer día, junto a la Placeta Amaia, desapareció el martes, cuando se asomó a un burladero la presidenta Chivite en la televisión de los vascos. Reaparecería después, junto con la txalaparta. Que no falte.
Buen producto que fue rentabilizado por la cadena en tres emisiones, alternándolo con los gastronómicos que le caracterizan.
Hoy domingo
Pochas. Bonito con tomate. Melón. Tinto Inurrieta Cuatrocientos. Agua del Añarbe. Café. Petit fours de Vidaurre de Olite. l