omo eibarrés, mi preámbulo a día de hoy es obligadamente futbolero. Resulta no solamente saludable, sino de justicia, rendir homenaje y mostrar reconocimiento y respeto a la gran familia armera, desde el utillero hasta la presidenta, pasando por la mayoría de la plantilla (excepción hecha de los impresentables del vídeo), la afición de Ipurua y los inoxidables Mendilibar y Garagartza. Abordar el séptimo año consecutivo en la elite del esférico monetario supone un logro enorme al que se han unido las féminas esta temporada. Unión, trabajo en común bien organizado y solidario, con una dirección de poca fachada pero denso contenido en la gestión. En cualquier caso, un Zazpiak Bat que para sí quisiéramos en todo el césped político de Euskal Herria.

En la Euskadi continental, con un entramado aún joven y en pleno desarrollo, se sigue caminando con paso firme y Etxegarai regirá de nuevo como Ipar-lehendakari sobre los destinos de Lapurdi, Baxe Nafarroa y Zuberoa con un consenso cuasi total, fruto de una gestión transparente, honrada, solidaria e igualitaria. Todo ello conforma una personalidad que, sin pertenecer al movimiento abertzale, ha dado pruebas de su tolerancia y valía, dando la cara tanto en el desarme y el proceso de paz, como en la reivindicación del acercamiento y la liberación de los prisioneros vascos, desplazándose en persona a gestionar el tema en los correspondientes ministerios de la república francesa. Pasos decisivos en la lenta pero progresiva senda de una institucionalización profunda de Euskadi Norte. Las primeras medidas de la Comunidad Territorial Vasca, que agrupa a todos los ayuntamientos, me han parecido profundamente ejemplarizantes: salvaguarda de bosques y terrenos agrícolas, importante subida del impuesto a las segundas viviendas o casas de recreo, ampliación de los transportes en común para dar servicio local y salvaguardar el medioambiente, promoción de viviendas sociales para los jóvenes, víctimas de la presión inmobiliaria de los voraces constructores, freno al masivo turismo elitista que, amén de la desindustrialización, nos ha acarreado la desnaturalización de nuestra identidad, lengua y cultura. Un movimiento desde las bases municipales, de abajo hacia arriba, con un componente abertzale cada vez más nutrido. Ante unos estamentos de la colonizadora república francesa, donde apenas nada funciona por estos lares (correos, telefonía, transportes, infraestructuras, inversiones,€) debemos seguir autoorganizándonos en régimen cooperativo, para salvar el futuro y la habitabilidad aquí de las nuevas generaciones, ante los que pretenden convertir esto en un parque temático para franceses y afrancesados. Esos mismos que, con un cerebro en forma de talonario, tratan de montar una ola artificial sobre una colina de la zona industrial en Donibane Lohizun. Evidentemente, adosado a la ola, un hotel a todo trapo y sus consiguientes boutiques de lujo. La ancestral servidumbre de los electos de la zona costera al turismo y constructoras adyacentes ha contribuido sobremanera a esta situación de pan para hoy, y€ para mañana. Ayer, hoy y mañana la ocupación continúa sin tregua alguna. Hace años que doy la tabarra sobre el contagio en grado sumo de los errores de Iparralde que han hecho mella en las autoridades de la CAV, propiciando largo tiempo la desindustrialización por una dedicación excesiva de su territorio a turismo y servicios.

Cruzando Pirineo y Bidasoa hacia Nafarroa Garaia, tengo la impresión de que en esa parte del viejo reino, la gobernanza de Txibite en coalición se está llevando a cabo con seriedad y decoro. En la CAV, esta nuestra comunidad anestesiada vascongada, seguimos por los mismos derroteros, otorgando mayoritariamente las papeletas al PNV y a EH Bildu, para vaciar de paso las urnas de la derecha centralista hispana. La palabra mágica de la nueva pero ya veterana Jaurlaritza, es estabilidad/egonkortasuna. Siguen gobernando en JEL, formando pareja de hecho con el PSE, y ahora con el COVID, más GEL y la consabida mascarilla. Ante la crisis vírica que se suma a su antecesora industrial y financiera, pocas mutaciones estratégicas y cambios, los mínimos. Arriola pasa de los vertederos medioambientales a los ferrocarriles que tuvo ya con Patxi, y de propina un topo/metro que se desliza por los arenales. ¿Por qué será que a este hombre se le derrumba todo lo que toca, salvo el sillón de consejero? A Tapia, ante el caos industrial ocasionado por deslocalizaciones varias, multinacionales y falta de ayudas nacionales a las empresas autóctonas, se le traslada al medioambiental, y a Fernández, de la Memoria Histórica al memorial histórico del COVID. Como el turismo y los servicios siguen ambos a la baja para rato, crecen el endeudamiento, el paro y la pobreza. Unido todo ello a que los medios de comunicación nacionales insertos en EITB tienen como misión prioritaria la propaganda del régimen y el entretenimiento, a menudo histriónico, para seguir sedando al personal, el horizonte no parece presentarse muy halagüeño. Leerle a Anasagasti que ETB le da demasiada cancha a la oposición abertzale y que Maddalen Iriarte pinta menos que Iturgaiz, resulta indignante en boca de un personaje que tertulianea desde hace muchos lustros en ese medio que, aun siendo de todos, ellos capitalizan para sí y su partido. Anuncian una nueva dirección para el ente que pasa a ser dirigido por un exconsejero en comunicación del Lehendakari. Quiero pensar que no es el que le sopló al oído lo de la "republicanización de la monarquía€", porque de ser así, Urkullu, que siempre sumiso, ve a menudo al actual monarca de la españolada, podía habérselo dicho a él cara a cara en lugar de tratar de dorarnos la píldora a nosotros.

Ardo en deseos de conocer la nueva composición del EBB por si una brisa de soberanía nos aleja de la sempiterna cantinela autonomista. Dicen desde Gasteiz que Europa y hasta el binomio hispano-francés se muestran satisfechos de nosotros. Malo, por cuanto en todos ellos priman los estados y no los pueblos. Salud.