ues resulta que soy usuario premium de Netflix, y yo sin saberlo. Esto significa que puedo ver las series y sus realities en 4K y en cuatro dispositivos a la vez, aunque no tengo ninguno en 4K y me temo que tampoco cuatro dispositivos para verlo. Pero da igual, han decidido ascenderme -sin firmar nada ni hacerme una llamadita o un mensajito al móvil- del plan básico (7,99 euros al mes) al premium (17,99 euros por cuatro pantallas simultáneas y calidad ultraHD) sin pasar siquiera por la modalidad estándar (12,99 euros al mes, dos pantallas). Me enteré del ascenso de soldado raso a capitán general de casualidad. Sorprendido e incrédulo, porque sé dónde está el apartado en su web para cambiar de plan, y no lo he hecho, me explican desde la plataforma que lo más seguro es que cuando estuve de vacaciones en verano accedí a mi cuenta desde una tele 4K y, entonces, me aparecería un mensaje a un tamaño de letra que no me saben aclarar, pero que no vi, diciendo que podía cambiar de plan, y que luego me llegaría un email al spam (donde no está y nunca leí) informándome del cambio. Y que por eso llevo meses pagando más del doble sin saberlo, porque para subir el precio sí, pero para bajarlo no tienen el mismo sistema, y aunque pagues durante meses por un 4K que no usas y cuatro conexiones que no tienes, nunca te proponen volver al plan básico, ni siquiera al normal. La casa de papel, muy bien.