e aquí algunas curiosidades del nuevo confinamiento al que estamos sometidos y en el que seguiremos hasta quién sabe cuándo. No puedo visitar a mis familiares que viven en una localidad colindante, pero sí puedo tomarme algo con ellos en el bar de su barrio (como actividad socioeconómica que es). ¿Y si se trata de personas mayores que podrían necesitar de algún cuidado? En este caso está permitido ir a atenderles, pero no a visitarles. Un matiz que seguro que es inapreciable en muchos casos. Eso sí, más allá del pueblo vecino no podemos ir a no ser que esté justificado por causa laboral o médica. Por lo tanto, según esta nueva normativa, se permite acudir a un acto cultural, bien sea a un concierto, o bien al cine o a otro similar, del municipio de al lado, pero no a los de Donostia, que obviamente es donde más oferta hay, porque está unos kilómetros más allá. Lo mismo para la persona que tiene huerta en otro municipio; solo podrá seguir con esta labor si se encuentra en su localidad o en una colindante, no más lejos (y hay casos). Y pasó igual ayer, día de Todos los Santos, con la visita a los cementerios: las personas que no tienen a sus allegados enterrados en su municipio no pudieron visitarlos como en anteriores ocasiones. Solo nosqueda esperar que las medidas den los resultados deseados.