ay dos cosas que me tienen desconcertado en esto de las redes sociales. Una es cuando entro en Twitter y al hacer scroll -que dicen los modernos- o, lo que es lo mismo, al desplazarte hacia abajo, alguno de los tuits desaparece delante de tu jeta, justo cuando empiezas a leerlo. Y no me refiero a tuits que haya borrado su autor porque le acaban de nombrar mandamás de algo, me refiero a esos tuits que Twitter ha seleccionado para ti, y de repente ya no, cambia de opinión, y te coloca otro en su lugar, pero lo hace como lo hacen los malos magos, viendo tú el movimiento que no deberías haber visto, que es algo que queda fatal pero si es un mago finges no haberlo visto y si es Twitter te metes en la primera columna libre que encuentras libre en el periódico para preguntar por qué. Que es verdad que a veces, si lo buscas con empeño, vuelve a aparecer el tuit interruptus cien puestos más abajo pero demasiadas veces ya no, ni rastro y te quedas sin saber el final de la frase. Pero decía que hay dos: la otra es que haya gente que se toma la molestia de anular el doble check de su WatshApp porque no quiere que sepas que han leído el mensaje que les acabas de escribir, como si no supieras de su adicción al móvil cada vez que suena la campanita, que hasta el perro de Pavlov era menos previsible. Solo en este periódico conozco a dos.