Caprichosa esfera central interna de la pelotita del Universo en que habitamos los simples mortales: No sé si reír o ponerme a rezar después de leer que, cansada de dar vueltas durante millones de años, ha frenado y parece que está considerando la posibilidad de girar en el sentido contrario. No se corte. Nunca es tarde para descubrir que se lleva toda la vida en el error y aplicarse a la rectificación. Ya andan los catastrofistas llorones apuntando a que todo es culpa del perverso capitalismo neoliberal y anunciando el enésimo apocalipsis. Como decía una de mis bandas favoritas, pues si rasga, que rasgue. Y si la consecuencia inmediata de su empoderamiento sideral es que se acorten los días, lo acepto con deportividad. A mí se me hacen largos.