¿Y esto no es malversación? twitter.com/inakigaldosira
Me lo preguntaba Gorka Mostajo en Twitter y solo pude responder que, en mi opinión, sí: después de todo lo que estamos viendo la justicia española debería de entrar a valorar si es malversación la campaña que lanzaba el Gobierno español ayer, asegurando en castellano e inglés, al mismo tiempo que salía la sentencia a los presos políticos del procès, que el suyo es un Estado democrático. Una campaña que es la del Gobierno pero también la del PSOE y que está pagada por todos, también por los que creemos que la sentencia es una salvajada y por las familias de los condenados.
El delito es la intención twitter.com/BobPopVeTV
Si a alguien le quedaban dudas de que los catalanes no son políticos presos (eso lo son los del PP a los que trincaron por corrupción) sino presos políticos, la sentencia de ayer lo confirmaba: “Actos simbólicos condenados con cárcel. No es que la realidad supere a la ficción; es que la realidad castiga la ficción”. Esto lo tuiteaba Roberto Enríquez, una de las figuras televisivas del momento y para nada sospechoso de connivencia con el nacionalismo. Solo hay que tener ojos para darse cuenta de que cuando Puigdemont proclamó la república catalana y la dejó en suspenso ni arrió la bandera española.
¿Y qué resuelve? instagram.com/corbachito
José Corbacho nunca me ha gustado, pero lo de ayer no va ni de filias ni de fobias, sino de tener o no la sensibilidad suficiente. Junto a una imagen negra, el cineasta dejaba en su Instagram esta reflexión sobre las condenas: “Muchos años. Demasiados. Muchos días tristes llevamos ya y muchos otros vendrán. Hoy es uno de esos días. La tristeza es algo individual. Puedes sentirla o no. Yo hoy la siento. Y no pienso como ellos. Ni los conozco personalmente. Pero me siento triste. Por ellos, por sus familias y por sus amigos. Y lo peor de todo, es que las cosas no van a mejorar con esta decisión. Al contrario”.