Ahora que ya sabemos que la Fiscalíaha decidido no abrir causa penal aCasado no puedo reprimirme elhacer un comentario. No seré yo quien critiquea la Fiscalía. No es mi campo ni creo quees bueno esto de meter a las instituciones enel pin pan pum de la crítica en caliente.Pero, como en otras ocasiones, demasiadasya, me quedo con un muy mal sabor de bocaporque el tío se va de rositas. El máster “nopresencial”, así como su meteórica carrerauniversitaria de Derecho, trasmiten unasensación de trato de favor sin otro motivoque el cargo que tenía o los amigos poderososque lo apoyaban. A la vista de la decisiónde la Fiscalía, ahora el PP, como por desgracialo han hecho y hacen otros partidos, utilizael argumento de que no hay nada fuerade la legalidad. Pero poco me importa queno haya nada ilegal cuando su curriculumhuele tan mal.
Nos encanta decir eso de “es legal” y quedarnostan panchos. Pareciera que nuestra únicaaspiración personal es el escrupulosocumplimiento de la ley. Sin embargo, sabemosque la ley no es sinónimo de justicia,igualdad, libertad? Y especialmente sabemosque actuar conforme a la legalidad nosupone de facto tener un comportamientoético. Todos somos conscientes en nuestravida diaria de cuando hacemos algo que eslegal y sin embargo sabemos que no estábien. Gracias a la ley tenemos mucho de lobueno de nuestra actual sociedad. Pero, nonos engañemos, a lo largo de la historiahemos avanzado porque miles de mujeres yhombres no se limitaron solo a cumplir laley sino que incluso se posicionaron en contrade ella. Hay vida más allá de lo legal ymenos mal. A gente como Casado puede quele valga pero no caigamos nosotros en elmismo error. La vida buena para todos y, nosolo para unos, está más cerca de las fronterasde lo legal y muy cerca del kilómetrocero de la dignidad.