Una de detectives
"UNA última pregunta". Era la frase preferida del detective Colombo y la que luego siempre le acababa dando más juego a la hora de determinar quién era el asesino. Pues ya sabrán que su intérprete, el actor Peter Falk, falleció la semana pasada tras una enfermedad que le había provocado demencia muy avanzada. Colombo fue un personaje muy popular. Además de ganar varios Emmys (cuando eran premios respetados) y algún Globo de Oro. Su personaje llegó a tener por aquí hasta una canción, la que le escribió Pedro da Rosa junto con Kojak y otros detectives televisivos. Sus manchones en la gabardina y su puro apestoso representaban un estilo de vida que poco tiene que ver con los agentes encorbatados que triunfan en la tele hoy en día. Su aspecto de indigente le granjeaba más cariño que desprecio por parte del público. Ya ven cuánto hemos cambiado. Las series detectivescas tuvieron mucho éxito hasta que acabaron completamente extenuadas con la repetitiva Se ha escrito un crimen con aquella cansina Jessica Beatrice Fletcher (Angela Lansbury) que todavía reponen en canales de TDT y teles locales. De aquellos polvos hoy tenemos barros como Los misterios de Laura. Una serie por la que no hubiera apostado ni un penique pero que, dos años después de su estreno en el tórrido verano de 2009, sigue atrayendo una cuota de pantalla que le permite seguir en la pomada. Como Colombo, la inspectora Laura Lebrel impone su intuición todos los lunes y prefiere su instinto a otros métodos más científicos o sofisticados como los que proponen cualquiera de las versiones de CSI. Acabé aborreciendo Colombo por repetitivo; pero echo de menos aquel toque de atractiva dejadez. Por cierto déjenme que les haga una última pregunta: si llamara un tipo con su aspecto, ¿le abrirían la puerta?