Rajoy ya trabaja
los medios, como no podía ser de otra manera, no nos hemos librado de las críticas del Movimiento 15-M. Gritos de "televisión, manipulación" dirigidos a los reporteros de Intereconomía o aquellos de "Telecinco, telebasura" gritados en plena conexión en directo la noche del viernes. Está bien que aprovechen las conexiones para decir a micrófono abierto lo que los presentadores luego van matizando. Sí caben muchas interpretaciones en las palabras con las que abría TVE la intervención de Mariano Rajoy: "Mañana (por ayer) me voy a poner a trabajar". Una frase que más bien parecía el inicio de un monólogo del Club de la Comedia que la de un político que se siente ganador de las elecciones. Si mañana se va a poner a trabajar será porque, al joven Mariano, la vida no le ha dejado hacerlo antes. Vamos, que nuestro futuro presidente es un hombre de su generación, uno de esos chicos indignados del 15-M que tardó lo suyo en buscar su primer trabajo hasta que ayer, 23-M, vio la luz.
Algo está cambiando en televisión: ayer saltaba la noticia de que El hormiguero y Tonterías las justas rompen con Cuatro. Cuestión de dinero, dijeron las partes. Al parecer las productoras exigen ganar más pasta de lo que les ofrece Cuatro. La parte positiva que tiene la existencia de productoras independientes desde el punto de vista creativo tiene otra parte que suele actuar en forma de pequeña presión: "Te vendo mi mejor programa a cambio de colocarte también otros dos de relleno", vienen a decir. Buena parte de los presentadores de los programas son propietarios de las productoras que hacen sus propios programas. Al final resulta que la televisión que vemos está hecha y protagonizada por empresarios de tomo y lomo. Claro, algunos se indignan si no ganan lo suficiente y piden la cuenta y salen a buscar otro 23-M.