Cuando el Gobierno Vasco anunció a bombo y platillo que en 2020 se adelantaba al resto del Estado en ofrecer, vía excedencia voluntaria, la posibilidad de equiparar el permiso de paternidad y maternidad en 16 semanas, sinceramente me alegré y no lo dudé, pensando que era bueno para mi familia y para la sociedad en general (pasos en la dirección correcta). Nunca llegué a pensar que era otra artimaña de los políticos para ganar votos y salir guapos en la foto. El caso es que hice la solicitud enviando la documentación requerida, se me negó a los dos meses y medio, cito textualmente “por no estar al corriente de sus obligaciones tributarias”. Me quedé tan descolocado (siempre he pagado hasta el último céntimo de euro que se me ha requerido, y pido facturas allí donde incluso parece que son ciencia ficción), que tuve que preguntar qué significaba aquello. Estudiaron mi caso, y detectaron que no había enviado un documento del IVA a pesar de estar Sin Actividad en aquel momento. Es decir, yo pensaba que al no tener actividad y al no tener que deber nada a nadie, no tenía que presentar documentación alguna. El no saber no me exime de mis responsabilidades, pagué la multa correspondiente y me puse “al corriente”, y seguí con el curso de mi solicitud por paternidad.De eso han pasado más de cuatro meses, y por fin me contestan con otra nueva resolución denegatoria ya que tendría que estar “al corriente” entre mi fecha de solicitud y su primera resolución. Es decir, no hay forma de corregirlo aunque quieras, aunque nunca hayas debido ni un céntimo de euro. Por si no fuera poco, como han tardado más de dos meses y medio para la primera resolución, y otros más de cuatro meses para la segunda resolución, me han dejado sin tiempo para hacer una nueva solicitud. En definitiva, el Gobierno Vasco poniéndose medallas, y yo perdiendo mi salario, mi tiempo y mi fe en las instituciones públicas.