Hasta la fecha, solo la extrema izquierda antisistema, mal llamada abertzale, sugería falazmente el concepto "Estado policial" cada vez que la Ertzaintza en pleno ejercicio de sus facultades disolvía con los medios adecuados cualquier alteración del orden público .Algo chirría cuando quién menos debiera, aduce que cargar contra cuatro mierdas borrachos y mal organizados, fácilmente identificables, a los que se permitió vandalizar el centro de Bilbao las horas previas a la final de Copa, hubiera sido propio de un Estado policial.Evidentemente, los avergonzados ciudadanos de Bilbo, donde creían vivir era en un lugar en el que su policía integral y democrática les defendiera de quienes aprovechando cualquier coyuntura destrozaran la ciudad poniendo en peligro la vida de familias con niños. La falta de previsión de lo que luego vino y la ausencia de detenciones 72 horas después de los disturbios denota unas fallas que deben de ser depuradas, en tanto que la apertura de todos los informativos del fin de semana con la entradilla "aficionados del Athletic causan disturbios en Bilbao" fuera la gota que colmó el vaso de nuestra incredulidad y paciencia. ¿Deberemos creer en el futuro, que cuando la Ertzaintza nos someta a un control de alcoholemia es porque vivimos en un Estado policial? ¿La defensa del derecho al trabajo de los trabajadores de Tubacex , protegiéndolos de piquetes violentos , será consecuencia también de un Estado policial? ¿De verdad que no le preocupa a nadie que algún día, quienes deben de hacer el "trabajo sucio" de sacar la basura de las calles se planten y digan con justa razón, "majete, ahora los reprimes tu..."?Evidentemente ya sabemos que no vivimos en un Estado policial, solo queremos vivir en un Estado social de orden y derecho sin complejos.