Una vez más sale a la palestra el tan comentado y polémico tema del Alarde de Hondarribia, que por lo que últimamente estamos viendo, sirve de inspiración para series de televisión y novelas. Tuve el placer de ver la serie Alarde y, por hacer un simple comentario de lo que vi, me impactó la vergonzosa imagen del cacique de un pueblo, manipulando a los miembros de la Junta de Mandos y amenazando a la alcaldesa.

Tuve la suerte de leer, como digo, de forma placentera, la entrevista efectuada a Ibon Martín, autor de la novela La hora de las gaviotas, del que me alegra, aunque no es difícil, que le encante Hondarribia, ciudad en la que tuve la suerte y el orgullo de nacer y en la que he vivido toda mi vida.A medida que iba leyendo dicha entrevista, mi cuerpo me pedía que tenía que contestar a sus comentarios, y no puedo quedarme sin hacerlo, pretendiendo por encima de todo no ser hiriente, ni faltarle al respeto, aunque yo me siento molesto y herido con dichos comentarios.

Se menciona y se habla entre otras cosas de "anacronismo". El Alarde ha tenido modificaciones, pero sin perder su esencia, manteniendo a la mujer solamente como cantinera (centro de miradas y aplausos), pues si las tradiciones se modifican como digo, en su esencia, nunca serían lo que fueron. Siempre he tenido claro que los tiempos cambian, las personas también, pero las tradiciones se mantienen.

"El Alarde es una vergüenza". No, Sr. Martín. El Alarde es un honor y orgullo para todos/as los hondarribiarras y esas mujeres que usted dice que "abuchean a las tropas mixtas", aparecen siempre como las provocadoras en cualquier tipo de incidente. ¿Ha visto los vídeos? ¿Ha visto imparcialmente la actuación de las dos partes? ¿Se ha preguntado por qué son partidarias de mantener el Alarde como está?

"Se ha hecho pedagogía de la confrontacion". Tampoco se ha informado. Le tengo que decir que la única pedagogía que se ha hecho con los niños es contra el Alarde llamado tradicional, el único, y lo digo porque solamente hay un Alarde.

"El odio no conduce a nada". Claro que no. También pensamos lo mismo. Es un sentimiento que no ayuda ni a nada ni a nadie y si existe, ¿sabe quién lo fomenta? Voy a ser claro y le diré que si en Hondarribia, según usted, existe, el que "echa leña al fuego" lo que hace es acrecentarlo, en este caso con sus comentarios y la susodicha serie, que es lo que se ve y se vende de aquí para fuera, provocando la satisfacción de una parte y el cabreo de la otra, la que siempre ponen a caer de un burro, la tradicional, dando una imagen totalmente negativa y equivocada de la misma.

Espero no haberle ofendido y le deseo la mejor de las suertes como escritor, pero tenga siempre muy en cuenta que los hondarribiarras no intentaremos nunca , como he dicho, echar leña al fuego, ni entrometernos ni en la Tamborrada de Donostia, la mutil dantza de Elizondo y el zubigainekoa de Lesaka, por poner unos ejemplos. Solo cada pueblo es soberano para decidir si quiere mantener o modificar sus tradiciones, sin injerencias ni intrusismos de organismos y personas que ni sienten ni padecen.

Ya estamos hartos, y por favor, ¡déjennos en paz!

Si quieres enviar tu Carta al Director, no puede exceder las 30 líneas y debe ir firmada. Debe adjuntarse fotocopia del DNI del remitente y número de teléfono. NOTICIAS DE GIPUZKOA se reserva el derecho de publicarlos, así como el de resumirlos y extractarlos. La dirección de envío es cartas@noticiasdegipuzkoa.eus