Han pasado las fiestas de Navidad y ayer el LABI decidió limitar la movilidad entre territorios y aquellos municipios que superan los 500 casos por 100.000 habitantes. En el Goierri: Ordizia, Beasain y Lazkao somos tres municipios que conformamos un triángulo que mantenemos una relación estrecha de vecindad. Por eso, mientras Beasain tiene cerrado sus establecimientos hosteleros durante más de mes y medio, los otros dos mucicipios han ido alternando aperturas y cierres según los datos de positivos en cada municipio. La Nochebuena estaban cerrados Beasain y Ordizia, hubo éxodo masivo a Lazkao y sus establecimientos estuvieron repletos de gente. Las autoridades deberían saber que sin restricción de movilidad era previsible lo que sucedió. Nadie tomó la decisión que ahora nos imponen. La mayoría cumplimos con las medidas de seguridad, pero siempre tendremos una minoría irresponsable que actúa al margen de la lógica en caso de pandemia. Las consecuencias las pagamos todos, ahora nos toca estar confinados en el pueblo. Suspenso en comportamiento y suspenso por no anticiparse antes con las medidas.