La noticia de que el Banco Santander va a acometer el ajuste de los servicios centrales para marzo y las oficinas para mediados de julio, toda una declaración de intenciones por parte del banco para reducir la plantilla. Según los sindicatos, el Santander ha aceptado incorporar a los trabajadores de entre 50 y 54 años en las prejubilaciones, y les ofrecerá por dejar la entidad una indemnización del 50% de seis anualidades, con un tope de 250.000 euros, y el pago del 70% del convenio especial con la Seguridad Social. Llama la atención, los bancos que cobran cada una de las operaciones que se hacen con nuestros ahorros, para eliminar oficinas y empleados recurran a las prejubilaciones. Habría que recordarles que fueron rescatados en la crisis de 2008 con grandes cuantías de dinero y ninguno de los contribuyentes hemos tenido la más mínima recompensa. En la nueva reforma de las pensiones se recomienda a tomar medidas para acercar la edad efectiva de jubilación (64 años y 6 meses en 2020), favoreciendo la permanencia laboral de los trabajadores. También dice que favorecerá que se siga trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación, que ahora está en 65 años y 10 meses, y alcanzará los 67 años en 2027. Observando las prejubilaciones en la banca, porque en los Consejos de Administración consideran que miles de sus empleados no aportan valor añadido a sus productos, ¿qué podrán opinar los empleados que trabajan por cuenta ajena e incluso pequeños autónomos que se tienen que arreglar cómo pueden para llegar a fin de mes y encima les proponen retrasar la edad de la jubilación?