A algunos dirigentes políticos les sobra soberbia en sus planteamientos, acciones y argumentos. La derecha española y la ultraderecha incitan al odio y a la crispación, demuestran que la humildad no está entre sus objetivos. La Comunidad de Madrid gobernada por la señora Ayuso es un claro ejemplo de lo que significa intolerancia, una sinrazón con argumentos contradictorios que lejos de reconocer la situación que está viviendo la ciudadanía madrileña, busca la confrontación con el gobierno Central. La ciudadanía sabe distinguir que frente a la soberbia está la humildad, vivimos tiempos difíciles y ahora más que nunca se necesita la inteligencia para mejorar el bienestar, la convivencia y la igualdad. También en la Comunidad Vasca, nuestros gobernantes necesitan escuchar las peticiones de los agentes sociales involucrados en la Educación y Salud. Ellos son los que están en primera línea y mejor conocen la situación educativa y sanitaria.