La víctima 223
Las semanas pasan e inevitablemente se suceden noticias que hacen que lo que el mes pasado abría informativos hoy sea, si acaso, un breve. Pero en Paiporta y otros municipios afectados por la dana de Valencia, siguen –a estas alturas– limpiando fango y buscando desaparecidos. Una cifra que, por pequeña que sea, supone el destrozo más absoluto para otras tantas familias que no pueden llorar a sus seres queridos como es debido. Desde este jueves, la cifra se ha reducido a tres, con el hallazgo de los restos de la víctima número 223. No debemos olvidarnos de ellos y, sobre todo, debemos recordar quiénes no estuvieron a la altura.
Un poco menos líder
Ya se ha señalado a quienes han quedado en evidencia por su absoluta falta de empatía y sentido de la ética, además de por una manifiesta ineptitud. En este último campo es donde encaja sin ningún atisbo de duda el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, un poco menos líder cada día y criticado ya no fuera, sino también dentro de su propio partido. Pesa, y mucho, la sombra de un Carlos Mazón que él mismo apadrinó y que ahora “arrastra al PP por su pésima gestión de la crisis”, leo en El Infiltrado, donde no dudan en tildar a Feijóo de “líder que parec desconectado de la realidad”. La duda es cuánto durará.
Anestesiados
Es un asco y me apena reconocerlo, pero estamos anestesiados. Hay honrosas excepciones, pero el tiempo y la avalancha de acontecimientos terminan por hacer su efecto. Cuesta hacerse una idea de la magnitud de la tragedia que ha supuesto la dana con sus 223 muertos, como cuesta hacerse a la idea de lo que suponen las decenas de miles de muertos en Gaza. La misma apatía que siento al leer que “Francia pide a Israel retirarse de la zona de amortiguación y respetar la soberanía e integridad de Siria” con la certeza de que no pasará absolutamente nada, como llevamos viendo desde octubre de 2023.
