Síguenos en redes sociales:

Axotez beztuz

Sueños interrumpidos

Resulta que quienes llegaron enarbolando la bandera del confederalismo se oponen ahora a la delegación de la gestión porque, según ellos, Junts es racista. Chapea

Sueños interrumpidosN.G.

Despreciables, indignantes, repugnantes. Así ha calificado el periodista José Antich los argumentos aducidos por Podemos para oponerse a la cesión de competencias de inmigración a Catalunya. La verdad es que no puedo estar más de acuerdo. Resulta que quienes llegaron enarbolando la bandera del confederalismo se oponen ahora a la delegación de la gestión porque, según ellos, Junts es racista. Chapeau. Parecen olvidar que quien gobierna ahora en Catalunya es el PSC con la ayuda de ERC y los Comuns; y que, en cualquier caso, la llegada del PP y Vox al poder en España parece más cercana que la de los de Puigdemont a la Generalitat. Cuestión esta que, por lo que se ve, no les preocupa. En el fondo nos encontramos con un razonamiento inquietante: están a favor o en contra de la descentralización en función de lo que los talentosos Pablo Iglesias, Irene Montero y Ione Belarra profeticen lo que tal vez, acaso, quizás, va a hacer un gobierno autonómico en el hipotético –y de momento improbable– caso de que un partido que ellos odian alcance el poder gracias a los votos de la ciudadanía. Sublime.

En realidad todo ello les da igual, siempre les ha dado igual. Están jugando otra partida que consiste en superar a Sumar y convertirse además en el grupo que más nervioso ponga a Pedro Sánchez, que también de celos va la historia. Un Sumar, por cierto, que en la votación del martes dio nuevos síntomas de desconcierto y descomposición, con la Chunta y una parte de Compromís adhiriéndose a la grotesca argumentación de los morados. Quién los ha visto y quién los ve. Pero a su vez, Joan Tardá ha advertido que se trata de “un disparo a quemarropa a la unidad de la izquierda”. “Unidad” por la que tanto el exdiputado de ERC como el dicharachero Gabriel Rufián han tenido sueños húmedos, ahora interrumpidos. Tal vez, esbozando una pícara sonrisa, la mayoría de las gentes de Oriol Junqueras, incómodas con el asunto, estén ahora coligiendo que algo han ganado con este espectáculo podemita.