o me engañen. ¿Cual es la pregunta que más les están haciendo estos días? Pues sí, esa. ¿Qué plan tienes? Y ahí comienza la sarta de trolas, por exceso o defecto. Una respuesta puede ser: "Iba a ir a las Seychelles pero como mi hijo ha suspendido una y tiene recuperaciones, no vamos" y otra opción es: "Pues no pensábamos ir a ningún sitio pero a la tonta, mirando por ahí, he encontrado un viaje tirado de precio a las cataratas del Iguazú". Pues a callar. Así será. La verdad es que a mí la preguntita de marras me pone un pelín nerviosa. Nuestra profesión no tiene festivos, casi ninguno, de esos de obligado cumplimiento, pero este año servidora libra "los días santos". Pues nada, que tengo pocos planes. Y, además, la compañera que tengo al lado no para con los pronósticos del tiempo. Pero como es primavera, lo mismo te dicen que diluvia que te recomiendan sacar las sandalias. Mi respuesta, poco original, a la pregunta "¿qué plan?" es tan general como la propia pregunta: "Iremos viendo, según el tiempo". Cuando vuelva el martes ya se sabrá el desenlace: si tengo que salir por la tangente con el socorrido "como anunciaban malo me fui a tomar unos potes" o tengo la suerte de poder contar que no he parado en casa y he disfrutado como loca de lo que nos ofrece nuestra tierra, que poco no es.