Y altamente sorprendente que la gran mayoría de los políticos de primera línea de acción, cuando se jubilan, se retiran o abandonan la política se dediquen a escribir sus memorias o recuerdos de su paso por la política activa con el fin de contribuir a su nómina personal y extender públicamente aquello de lo que se vieron privados cuando ocupaban algún sillón en el hemiciclo o en algún despacho singular. Resulta curioso y significativo que la mayoría de estos aspirantes a escritores tienen un bagaje cultural, documental y coloquial habido en todas las reuniones, congresos, dimes y diretes de todo tipo que les facilita en gran manera poder transcribir aquello que han recogido de su paso por la política activa. Sigue resultando curioso y chocante que todos los medios de comunicación se brinden en seguir al escrito por tertulias y foros en los que publicita las reseñas de su propia creación literaria. Es vox populi que tan impresionantes trabajos no suelen estar escritos por ellos mismos, pues suelen contar con un escritor fantasma o negro que se ocupa de escribir bajo el nombre de otro autor.
