No he tenido, por el momento, la suerte de ver el documental de Josu Martínez. Las entradas están totalmente agotadas. Lo que sí he leído son sus declaraciones en la prensa.
Han sido unos comentarios que resultan vergonzosos porque deposita la duda, sin aportar un solo documento ni prueba sobre un escritor antifascista. Insinúa una posible colaboración del escritor anarquista con los alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial. Para colmo, en un texto entrecomillado escriben o escribe: “No hay que cargar toda la culpa sobre Eugéne Goyheneche”. ¿Sobre quién entonces? Josu Martínez, si tiene pruebas, preséntelas.
Eugéne fue acusado y condenado por colaborar con los alemanes. Su dossier solo puede ser consultado o hecho público por su familia. La ley francesa protege al que habiendo sido condenado ha cumplido su deuda con la sociedad. Hablé con él sobre el tema, y su sincera respuesta me la guardo para otra ocasión.
Leyendo sus insinuaciones sobre Mark Legasse, recuerdo la fotografía que tenía en su biblioteca. En ella estaba Luis Arana con los dos hermanos Legasse. Mark la conservaba con afecto, los hermanos estaban muy unidos. Murió en el frente italiano luchando contra los nazis, cosida sobre el brazo de su uniforme una ikurriña. A su familia le fue entregada la medalla de guerra. Pero no es todo, también Mark Legasse fue condecorado con la medalla de guerra del Ejército francés. Su heroico comportamiento, enfrentándose en solitario con una ametralladora contra una patrulla de soldados alemanes, le hizo merecedor de esa condecoración.
Durante toda su vida se posicionó como anarquista vasco, por escrito y en persona, contra el franquismo. Que ahora, cuando no se puede defender, se ponga, mediante insinuaciones perniciosas, en duda su lucha antifascista, es indigno.
En cuanto a las cintas en las que se basa el documental, en 1974 hablé con Martin Ugalde para que me hiciese de introductor con Lezo Urreztieta. Quería su testimonio para una publicación que estaba terminando sobre la guerra en el Norte. Me dijo que dejase el tema porque él -Lezo era algo pariente suyo- se la iba a realizar pensando en un futuro trabajo. Ante su respuesta, le adelanté que si escribía un original, yo se lo publicaba. Pasado el tiempo le pregunté sobre el resultado de su reunión con Lezo, y me contestó:
- “Hay que dejarlo, no ha salido nada interesante como para publicar en un libro”.
Espero y deseo que no sea así, que el documental resulte tan interesante como el personaje.