Con cariño, esperando que el herido en la pelea que nunca debió de ocurrir un sábado de ferias se vaya recuperando de sus heridas en el tobillo. Con tristeza, porque la violencia no es la forma de solventar las diferencias. Con cariño, porque las personas encarceladas -las más jóvenes incomunicadas (?)-, son jóvenes con ideales, a veces rebeldes, defensores de la cultura y lengua de nuestros mayores y no son terroristas. Con tristeza, porque eso no es un delito, tal como se ha juzgado públicamente.

Con cariño, porque veo cómo sus familias se mantienen ilusionadas por protegerles en esta encrucijada dolorosa para todas y todos. Con tristeza, porque no entendemos cómo un incidente de madrugada (y no una emboscada), sea juzgado por la Audiencia Nacional. Con cariño, porque hay personas que colaboran con opiniones en este sentido, desde nuestro pueblo, desde estamentos judiciales, del Parlamento de Navarra, Ayuntamiento de Altsasu, etc., y necesitamos muchas más. Con tristeza, porque no parece compatible con el Estado de Derecho las fotos publicadas de 8 presuntamente inocentes en un periódico, con opiniones sin cotejar, en los medios; incluso con tuit del presidente del Gobierno. ¿Dónde está la separación entre el poder ejecutivo/judicial?

Con cariño, porque aquí sabemos de las dificultades/ oportunidades de la convivencia. Somos un pueblo construído hace decenas de años gracias a la afluencia de personas de otras comunidades. Con tristeza porque se ha juzgado más el lugar donde ha ocurrido el incidente que el incidente en sí; y también que han sido tratados inequitativamente, comparando con las no tan infrecuentes situaciones similares que ocurren por el resto del estado. Y esto en un contexto en el que dichas personas acuden voluntariamente a declarar sin tomárseles declaración, y posteriormente son detenidas al acudir a sus centros escolares y laborales sin que las familias conozcan dicha detención ni se les presente orden judicial. Por lo que, ante la indefensión en la que están, su caso debería ser investigado objetiva e imparcialmente, mientras realizan su vida cotidiana; ya han manifestado reiteradamente su voluntad de permanecer en su pueblo y hacer frente a las responsabilidades que hubiera lugar; pues como dicen sus familias la justicia o es proporcional o no es justicia.