Bien fuera porque unos camioneros de pescado fresco del Cantabria a su paso por Eibar informaran de los planes de preparación de la República, bien fuera porque Indalecio Prieto enviara dos emisarios a Eibar con el objetivo de sentar las bases para instaurar la República, lo cierto es que aquella madrugada del 14 de abril de 1931 Eibar fue la primera localidad en España en proclamar la II República. De lo que no cabe ninguna duda, como dice Toribio Echevarria en su libro Viaje por el país de los recuerdos es que aquella gota de agua de Eibar contribuyó a precipitar las cosas en Madrid, como cuando el leve temblor de unas pisadas desata el alud en la montaña.
Gracias a este hecho histórico, el Gobierno de la República nos otorgó el título de Muy Ejemplar Ciudad, que posteriormente fue abolido por la dictadura franquista. Con la vuelta de la democracia le fue restituido el título a nuestra ciudad, siendo hoy en día Muy Ejemplar Ciudad de Eibar.
Aunque en la actualidad uno tiene la sensación de que la III República no es posible en el corto plazo, la inestimable colaboración de la casa real española en su constante desprestigio, puede ayudar a que el debate se abra con intensidad en nuestra sociedad. Y desde luego, entre la opción de que en la organización política del Estado se mantengan derechos y privilegios heredados de cuna o que sea la ciudadanía, en el ejercicio de su soberanía, la que decida cómo debe ser esa organización, me quedo sin dudarlo con esta segunda opción.
Pero más allá del sistema político del que nos dotemos y hasta que el debate no llegue, tenemos que ser capaces de aprender de los derechos y valores que emanaron de la II República y ser capaces de aplicarlos en la sociedad actual. Protección de los derechos y libertades individuales, ampliación del derecho de sufragio a la mujer, la educación universal, la justicia, la tolerancia, la soberanía popular y la laicidad son valores emanados del gobierno de aquella época y que hay como ayer siguen vigentes.
En fin, mientras la III República no llegue, seguiremos celebrando y recordando que aquel 14 de abril de 1931 de madrugada, Eibar, una ciudad adelantada a su tiempo, proclamó la II República.