Cartas a la Dirección

cUANDO todavía no sabemos qué resolución tomará el TSJPV sobre el recurso interpuesto por Jaizkibel Konpainia, se me ocurren unas cuantas cosas que aclarar. Primera: no ha sido el Ayuntamiento de Hondarribia, si por Ayuntamiento se entiende el ente abstracto, no concreto (es decir, el edificio) el que ha mandado a la Policía Municipal de la ciudad el informe del 2006, sino el señor alcalde, Aitor Kerejeta Cid, después de escuchar a la comisión de gobierno de dicho Ayuntamiento, formada única y exclusivamente por concejales de EAJ-PNV. Luego nos vendrán diciendo los jeltzales y demás cargos municipales que rechazan la violencia de género, la discriminación de sexos y los exlehendakaris (Ibarretxe, Ardanza) darán conferencias varias sobre la igualdad y la discriminación que sufrimos las mujeres. Segunda: durante el día 8, los medios de comunicación resaltan que los dos alardes se realizan con absoluta normalidad, sin ningún incidente. Hay momentos y lugares en los cuales ambos alardes se mezclan y no hay ningún tipo de problema. ¿Y ahora se sacan de la chistera un informe de la Policía Municipal de 2006 ? Yo no entiendo mucho de leyes pero, ¿a los cinco años no prescribe el delito? En fin, la España cañí, el mundo al revés o como le queramos llamar. Tercero: cuando Borja Jauregi Fuertes fue alcalde, este Ayuntamiento se gastó de los fondos de los contribuyentes hondarribiarras miles de pesetas y euros en bufetes de abogados (de Madrid), todo para conseguir que no saliéramos las mujeres en nuestra fiesta. Aitor, espero y deseo que inviertas nuestros impuestos en otras labores menos discriminatorias. Cuarto: me parece insultante, vergonzoso e hipócrita el saludo del alcalde en la revista de la fiestas patronales, donde dice: "Nuestras fiestas patronales (?) fiestas de buen ambiente (?), de imágenes que hemos visto desde pequeñitos (no dice desde pequeñitas), de tradición, nuestras fiestas y su Alarde, constituyen un auténtico patrimonio cultural, un tesoro que pertenece por igual a todas (aquí sí) y a todos los hondarribiarras. Lo que merece nuestro mayor respeto e interés". ¿Y el respeto hacia nosotras dónde está, permitiendo, entre otras cosas, ese Consistorio, la Ertzaintza y la Policía Municipal que la calle Mayor el día 8 se llene de plásticos o paraguas negros, sacados algún año del mismo Ayuntamiento (ente físico)? Para acabar tratemos de buscar espacios de convivencia donde todas las personas disfrutemos como queramos (desfilando o no) en nuestras fiestas. Desde mi humilde aportación, pido (y anteriormente se ha solicitado sin encontrar respuesta) que se creen desde ese Consistorio mesas o cauces de diálogo para acabar con este problema de una forma consensuada. Por un Alarde público, no privatizado, no discriminatorio y sí igualitario. Espero que esta sea la última pataleta de nuestro alcalde y su partido.

Maite San Miguel

Miembro de la compañía Jaizkibel