Cartas a la Dirección
está claro que la credibilidad de la política está bajo mínimos y que hace falta más transparencia y claridad. A buen seguro que a estas alturas el Sr. Elorza será consciente de que la mejor forma de ampliar con la palabra empeñada es no darla jamás. De que nunca nos podemos desprendernos de una palabra, sobre todo después de haberla dicho y que, una vez impresa, tiene vida propia. Lo maravilloso de equivocarse es la alegría que produce a los demás. En las últimas votaciones se ha visto claramente que participando todos democráticamente, las aguas vuelven a su cauce. El rotundo triunfo sin paliativos de Bildu, ahí es nada conseguir abrir las puertas de 40% de las alcaldías del País Vasco y alcanzar la representación municipal que HB y EA tenían en 1987. Respecto a los que han fracasado, alguno estrepitosamente, decirles que cada fracaso enseña algo que necesitaba aprender. Debiéramos de ser más sinceros y humildes en nuestras palabras, ello nos ayudaría a ser más efectivos. Sepan que la comunicación sirve para exhibir el propio ombligo. Durante estos días posiblemente las palabras más sensatas publicadas en los medios de comunicación hayan sido las declaraciones del presidente de la patronal referentes a Bildu: Que como a cualquier otra opinión política había que "conceder el beneficio de la duda y la confianza como a todo el mundo". Sin lugar a dudas, esta opinión abre un nuevo tiempo, sin prejuicios y con perspectiva de futuro.
Iñaki Regil Iriarte