El candidato socialdemócrata y oficialista Peter Pellegrini ha sido el más votado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales eslovacas celebradas este sábado con un 55,02 por ciento de los votos, una vez escrutado el 92,89 por ciento de los sufragios, según datos oficiales recogidos por la agencia TASR.

Pellegrini se ha impuesto así a su rival, el europeísta liberal Ivan Korcok, quien se ha hecho con un 44,97 por ciento de apoyo, a pesar de que era el favorito tras ser el más votado hace dos semanas, en la primera vuelta de los comicios.

Este resultado, que se produjo con una alta participación del 60 por ciento, asegura la estabilidad de la coalición gubernamental de populistas de izquierdas, socialdemócratas y ultranacionalistas, que lidera el veterano Robert Fico, el político que más ha durado al frente de un Ejecutivo desde el nacimiento del país en 1993.

"Hemos mandado una señal de que la coalición se mantiene estable", dijo Pellegrini tras el resultado, más abultado del que se esperaba, y en el que consiguió casi un 70 % más de votos que en la primera vuelta, hace dos semanas, en la que quedó segundo tras Korcok.

Antes de la votación, los analistas habían categorizado estos comicios como un referendo sobre Fico.

Política exterior del Gobierno de Fico

El Gobierno de Fico, en el poder desde el pasado otoño, ha dado un viraje radical en la política exterior, dejando de suministrar armas a Ucrania y asegurando que Kiev es en parte responsable de la guerra provocada por el ataque ruso, y abogando por una negociación con Rusia para poner fin al conflicto, incluso sin garantías de integridad territorial para los ucranianos.

Además, ha emprendido medidas controvertidas, como la eliminación de la Fiscalía Especial Anticorrupción, y otras que recuerdan las políticas de control de los medios de comunicación y de las ONG que lleva a cabo el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán en Hungría, que ha generado críticas dentro de la UE por vulnerar el Estado de derecho.

Pellegrini logró movilizar el voto más nacionalista, que fue a parar en la primera vuelta a Stefan Harabin, el tercer candidato que obtuvo más votos entonces, con un mensaje anti OTAN y de retórica prorrusa.

El socialdemócrata también logró movilizar a la principal minoría étnica del país, los húngaros -que suponen un 10 por ciento de la población-, que apenas participaron en la primera vuelta, y ahora lo hicieron en masa, algo que Pellegrini les agradeció.

"Agradezco a las minorías étnicas su confianza, es mi misión no decepcionarlos", dijo el vencedor, que también aseguró respetar el encuadre internacional del país.

"Seré un presidente que respeta el encuadre internacional, los intereses del país y de sus ciudadanos, y que hará todo lo posible para apoyar al Gobierno para que cumpla su programa", dijo también.

Ivan Korcok, el perdedor

El perdedor, Ivan Korcok, confesó sentir una "gran decepción" por los resultados, y tuvo palabras duras con su rival, que lo acusó durante la campaña de querer enviar soldados eslovacos a Ucrania.

"Me ha hecho un candidato de la guerra y no olvidaré eso", aseveró el experimentado diplomático, que tras conocer el veredicto de las urnas repitió que su rival se dedicó a "expandir mentiras y odio".

"Parte del patriotismo debe ser que nos digamos la verdad", señaló también Korcok, que había prometido que, como jefe del Estado, actuaría como un contrapeso al Ejecutivo de Fico, al que acusa de vulnerar el Estado de derecho.

Para el diplomático, que mejoró el número de votos en un 30 por ciento, estos comicios fueron "decididos por el miedo", y criticó también que el equipo de su rival haya "privatizado el patriotismo".