El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recordó ayer la retirada de las tropas rusas de la región de Kiev, entre ellas de la localidad de Bucha, donde la Fiscalía calcula que cometieron más de 9.000 crímenes de guerra y mataron a más de 1.400 civiles, entre ellos 37 niños durante el mes de ocupación.

El mandatario se trasladó ayer, precisamente, a Bucha para honrar a los fallecidos. Depositó una vela delante del muro cerca de la Iglesia de San Andrés en Bucha, donde están grabados los nombres de 509 víctimas civiles identificadas en la masacre. Varias otras estelas aún no tienen nombre.

PREMIOS

El presidente ucraniano, que estuvo acompañado por el primer ministro, Denís Shmigal, el presidente del Parlamento, Ruslán Stefanchuk y embajadores y representantes de organizaciones internacionales acreditados en Ucrania, entregó premios estatales a defensores de Bucha y guardó un minuto de silencio en memoria de los muertos.

“Los cuerpos de nuestra gente, encontrados en las calles de Bucha, demostraron que nadie en el mundo puede permanecer al margen de esta batalla. Porque es aquí, en Ucrania, a través de la defensa de nuestro pueblo, nuestras vidas y nuestro Estado, que la humanidad prevalece”, manifestó Zelenski durante su discurso en el acto.

En su canal de Telegram el presidente ucraniano afirmó además que; cuando los soldados ucranianos “expulsaron a Rusia de Bucha, de Irpin, de Borodianka, de toda la región de Kiev, y luego de la región de Sumi, de la región de Chernikov; todos pudieron ver que se trataba de victorias no sólo del coraje y las armas ucranianas, sino también de la moralidad humana”.

“Que el mundo entero no olvide nunca el precio de esta batalla y el mal que estamos deteniendo aquí, en nuestra tierra”, añadió.

SEGUNDO ANIVERSARIO

El Centro para Medios de Comunicación del Ministerio de Defensa de Ucrania también señaló que ayer hizo dos años que los defensores ucranianos liberaron Bucha de los invasores y que el 1 de abril las últimas unidades rusas abandonaron Gostómel.

Fue en el aeródromo de Gostómel en el que habían desembarcado tropas rusas el 24 de febrero de 2022 con la idea inicial de tomar desde allí rápidamente la capital ucraniana.

La batalla por el control del aeropuerto duró hasta los últimos días de marzo de 2022. En el curso de los combates fue destruido el avión más grande del mundo, el AN-225 Mriya, que se encontraba en el hangar.

BUCHA, SÍMBOLO DEL HORROR

Las calles Vokzalna y Yablunivska en la localidad de Bucha se consideran el mayor epicentro de los crímenes rusos en la región de Kiev.

Allí las fuerzas rusas dispararon contra civiles con rifles de francotirador y fueron estas avenidas las que conmocionaron al mundo entero tras quedar al descubierto después de la retirada del Ejército ruso de la matanza que cometió contra residentes pacíficos.

Según la Fiscalía General de Ucrania, sólo en el distrito de Bucha durante los 33 días que duró la ocupación, los soldados rusos cometieron más de 9.000 crímenes de guerra y mataron a más de 1.400 civiles, entre ellos 37 niños.

Zelenski, en una imagen reciente. EP

Aún a día de hoy, Rusia niega la matanza e incluso impone penas de cárcel a aquellos que denunciaron en su momento la masacre en las redes sociales en el marco de la persecución por “noticias falsas” contra las Fuerzas Armadas rusas. Además, asegura que Kiev manipuló el escenario para granjearse el respaldo de la comunidad internacional.

Como resultado de las hostilidades, más de 26.000 edificios residenciales resultaron dañados, de los cuales 5.000 quedaron completamente destruidos.

Borodianka, que fue bombardeada por aviones rusos, y Moshchun, donde el 70% de los edificios fueron destruidos, sufrieron la mayor destrucción, según Defensa.