Irán celebró la operación de la milicia Hamás contra Israel con felicitaciones y fuegos artificiales. No era para menos ya que Teherán es uno de los principales aliados del grupo palestino y lidera el llamado Eje de la Resistencia contra el Estado Judío, su némesis.

"Adelante, en el nombre de dios", afirmó en árabe el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en un vídeo publicado en su página web a propósito del inesperado y ambicioso ataque palestino.

El religioso añade en persa; "la decadencia del régimen sionista ha comenzado y no se detendrá".

En el Parlamento iraní se vivieron este sábado escenas de júbilo, con los diputados en pie gritando "Israel será destruida, Palestina vencerá", mientras que por la noche el cielo de Teherán se iluminó con fuegos artificiales a modo de festejo.

La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes.

En ese conflicto "en la sombra" y para expandir su influencia regional, Teherán apoya a grupos como el libanés Hizbulá, el movimiento palestino Hamás, la Yihad Islámica y a los rebeldes hutíes en Yemen.

Lazos con Hamás

Los lazos entre Teherán y Hamás se remontan a los 80, y tras algunos desacuerdos en los últimos años en torno a Siria, se mantienen hasta hoy, con apoyo económico, pero también militar y tecnológico.

De hecho, un portavoz de Hamás dijo a la BBC que el grupo "ha tenido el apoyo de su aliado, Irán" para el ataque sorpresa, que está provocando cientos de muertos y heridos.

Desde Teherán no han confirmado ni desmentido ese supuesto apoyo aunque para el Gobierno israelí no hay duda de ello.

"Apoyado y dirigido por sus comandantes en Irán, Ellos (Hamás) han llevado a cabo un ataque no provocado y cruel contra el Estado judío en una fiesta judía", dijo el presidente israelí, Isaac Herzog.

Negociaciones entre Riad y Tel Aviv

 Para la periodista y escritora Kim Ghattas la preparación del sorpresivo ataque tuvo que llevar meses de preparación y debe "contar apoyo externo de Irán o Hezbolá", según indicó en la red social X (antes Twitter).

Y señaló como una de las posibles causas a las negociaciones de la normalización diplomática entre Israel y Arabia Saudí, mediado por Estados Unidos, que haría que Riad renunciara a su histórica demanda de un Estado palestino antes de la normalización.

Advertencia a Riad

En los últimos años, Teherán ha visto como varios países musulmanes, como son Emiratos Unidos, Marruecos y Baréin, han establecido relaciones diplomáticas con su archienemigo.

Un acercamiento entre Riad y Tel Aviv provoca pavor en Teherán, que en las últimas semanas ha criticado en varias ocasiones las negociaciones.

Jameneí afirmó hace cinco días que la normalización de relaciones con Israel es "apostar por el caballo perdedor" y auguró el fin del Estado judío.

Poco antes el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ya había arremetido contra las negociaciones y afirmó que la liberación de Jerusalén es la cuestión "más importante" del mundo musulmán.

"La forma de luchar contra el enemigo no es la rendición ni el compromiso, sino la confrontación y la resistencia que obligue al enemigo a retirarse", dijo entonces Raisí.

Irán y Arabia Saudí acordaron en marzo con mediación china la normalización de sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016, lo que supuso un éxito diplomático para Teherán.

También supuso una victoria iraní su inclusión en el grupo de economías emergentes BRICS así como su unión a la Organización de Cooperación de Shanghai, lo que ha roto en parte su aislamiento internacional.

El acercamiento entre Arabia Saudí e Israel supondría un importante revés para Irán, que ya sufrió hace unos días un varapalo, cuando la encarcelada periodista Narges Mohammadi recibió el Premio Nobel de la Paz, por su lucha por los derechos de las iraníes.