Los Ejércitos de Estados Unidos y Filipinas comenzaron ayer sus mayores ejercicios militares conjuntos de la historia, unas maniobras que consolidan la renovada alianza militar entre los dos países en plena escalada de tensiones con Pekín en el mar de China Meridional y alrededor de Taiwán. “A través de estos ejercicios, las fuerzas filipinas y estadounidenses perfeccionarán su interoperabilidad, aumentarán sus competencias y complementarán sus capacidades mediante la colaboración, garantizando que estén preparadas para responder juntas a los retos del mundo real”, declaró el comandante de los Marines de EE. UU, Eric Austin, durante la ceremonia de apertura celebrada en Manila.

Los ejercicios anuales, llamados Balikatan, reunirán este año a más de 17.600 efectivos (12.200 soldados estadounidenses, 5.400 filipinos), casi el doble que en 2022, incluirán por primera vez fuego real con misiles Patriot y sistemas de defensa Avengers y se celebrarán desde este martes hasta el 27 de abril, según confirmó un portavoz del Ejército filipino.

Además, añadió esta fuente, dispararán con misiles HIMARS a un pesquero inutilizado en la provincia de Zambales, al noroeste del archipiélago y cercano al Bajo del Masinloc, un atolón situado en aguas territoriales filipinas que China invadió en 2012 como parte de sus “reclamaciones históricas” en el mar de China Meridional (que Filipinas llama mar de Filipinas Occidental).

Para el profesor emérito de la Universidad Nacional Australiana Carlile Thayer, especializado en el Sudeste Asiático, “los conocimientos utilizados en este ejercicio podrían aplicarse al hundimiento de un buque de guerra chino”, asegura en una nota.

Demostración de fuerza

Este Balikatan, notablemente más numeroso en tropas, despliegue militar e intensidad de fuego real, es el ejercicio más potente desde que estas maniobras fueron inauguradas hace 39 años, y también se trata del de mayor amplitud hasta la fecha en cualquiera de las modalidades de ejercicios existentes entre ambos países, confirmaron desde el Ejército filipino.

Las maniobras sirven de guinda a la reforzada alianza militar entre Washington y Manila para frenar las ambiciones expansionistas de China en el mar de China Meridional y en Taiwán.

La semana pasada, Filipinas anunció cuáles son las cuatro nuevas bases militares del archipiélago a las que tropas de EE.UU. tendrán acceso (elevando el total a nueve), una de ellas en la parte más septentrional del archipiélago, a unos 400 kilómetros de Taiwán, mientras otra está en la isla de Balabac, cercana a las islas que Pekín y Manila se disputan en el mar de China Meridional.

Precisamente allí, cerca del archipiélago Spratly, Estados Unidos envió a su destructor USS Milius el lunes, una acción que China condenó alegando que Pekín tiene “soberanía indiscutible” sobre las islas y sus aguas adyacentes.