El Enviado de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, ha comenzado en Nueva York una ronda de contactos con la que trata de desencallar el proceso político en la región, congelado desde hace cuatro años. Y en este contexto, ayer se reunió con encuentros por separado con los representantes del Estado español en Estados Unidos y del Frente Polisario ante el organismo internacional.

De Mistura celebró las reuniones con el representante permanente de España ante la ONU, Agustín Santos Maraver; el representante del Frente Polisario en Nueva York, Sidi Omar; y el número dos de la legación estadounidense, Jeffrey DeLaurentis, según confirmó el Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas en su cuenta en la red social Twitter.

Tras ello, Omar especificó en su cuenta de Twitter que la reunión había tenido como objetivo abordar “consultas informales” antes de que De Mistura comparezca ante el Consejo de Seguridad de la ONU para hablar sobre la situación. “Hemos discutido el proceso de paz de la ONU y he reiterado la postura del Frente Polisario”, recalcó.

Ya estaba previsto que De Mistura realizara “consultas bilaterales” con representantes del Frente Polisario y Marruecos antes de la próxima sesión informativa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del mes de abril, según confirmó el martes el portavoz de la Secretaría General de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, quien detalló que las mismas contarían con la participación de representantes de Argelia, Mauritania y miembros del “Grupo de Amigos”, entre los que se encuentran España, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia.

En este sentido, el ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, destacó recientemente que la solución al conflicto en torno al Sáhara Occidental “sólo puede concebirse en el marco de Naciones Unidas y sobre la base del plan de autonomía marroquí”, respaldado por varios países, entre ellos España. Por contra, el Frente Polisario ha rechazado esta vía y ha resaltado que la postura de Madrid “no beneficia a la paz y la estabilidad” en la región.

De Mistura comenzó a comienzos de semana su agenda de contactos, después de que en el año y medio que lleva en su cargo no haya logrado sentar en la misma mesa a Marruecos y el Frente Polisario ni tampoco visitar el territorio del Sáhara Occidental por falta de permiso del Gobierno de Rabat, que administra el territorio. El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, señaló al respecto que los contactos que De Mistura promueve son “consultas informales bilaterales”.

La antigua colonia española fue ocupada pese a la resistencia del Frente Polisario, con quien se mantuvo en guerra hasta 1991, cuando ambas partes firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión o no de los colonos marroquíes ha impedido hasta el momento su convocatoria. El 14 de noviembre de 2020, el Frente Polisario declaró roto el alto el fuego con Marruecos en respuesta a una acción militar marroquí contra activistas saharauis en Guerguerat, en la zona de distensión pactada, lo que supuso para los saharauis una violación de las condiciones del alto el fuego.

Informe semestral

En abril. De Mistura tiene previsto presentar su informe semestral ante el Consejo de Seguridad, por lo que el propósito inmediato de estas consultas bilaterales es acudir ante los miembros del Consejo con información actualizada y “llenar el vacío” en que se ha convertido su misión. Pese a la parálisis del proceso, De Mistura sigue “confiado en que una solución justa, duradera y mutuamente aceptable provea la autodeterminación para el pueblo del Sáhara Occidental.