La junta militar en el poder en Chad y varios grupos de la oposición armada de ese país firmaron este lunes en Catar un acuerdo de paz que allana el camino para un diálogo nacional y elecciones presidenciales en el país africano, informó la agencia oficial catarí de noticias, QNA.

Los firmantes se comprometen a deponer las armas y evitar acciones militares por razones políticas o étnicas dentro y fuera del país, la formación de un gobierno de reconciliación nacional y un comité que supervise la reforma de la Constitución y del Ejército, según las fuentes oficiales cataríes.

Asimismo, acuerdan participar en el diálogo nacional, auspiciado por Catar y organizado por el Consejo Militar de Transición (CMT), presidido por Mahamat Idriss Déby, en el poder desde que en abril del año pasado se anunciara la muerte de su padre Idriss Déby, que había gobernado el país durante 30 años.

"El diálogo constructivo es el único medio para lograr las aspiraciones del pueblo chadiano", dijo el ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman al Thani, quien pidió a los "otros grupos (armados)" adherirse al acuerdo "para una reconciliación integral".

El acuerdo, fruto de unas negociaciones iniciadas en Doha el pasado marzo, no fue rubricado por algunos movimientos armados, lo que podría llevar a que no existan las suficientes garantías para el éxito del diálogo nacional previsto para el 20 de agosto en Yamena.

A la ceremonia asistieron representantes de la Unión Africana, la Unión Europea y Naciones Unidas, cuya presencia "constituye una garantía" para el éxito del llamado "acuerdo de paz de Doha", según dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Mayed al Ansari, al canal de televisión catarí Al Yazira.

Al Ansari aseguró que 43 grupos políticos y facciones armadas chadianas firmaron el pacto de Doha con la Junta Militar, y explicó que el diálogo nacional del próximo día 20 en Yamena "será ya asunto de Consejo de Transición", aunque -afirmó- "Catar seguirá con su labor de auspicio de las negociaciones".

Varios grupos rebeldes de Chad suspendieron a mediados de julio su participación en las negociaciones de Doha tras denunciar "maniobras desestabilizadoras mantenidas en el seno de los distintos grupos por la delegación del Gobierno", y rechazar "el mal clima de trabajo imperante" en las conversaciones en Catar.

Los dirigentes político-militares del Grupo de Roma, del Grupo de Doha y de la Coordinadora Nacional para el Cambio y la Reforma (CNCR) reprobaron asimismo en un comunicado conjunto la "ausencia casi total" de un pleno y, por tanto, de debates directos entre ellos y la delegación del Gobierno.

Chad se encuentra bajo el poder del CMT desde que el presidente Idriss Déby Itno -que gobernaba el país desde 1990- murió en abril de 2021 durante los violentos enfrentamientos entre rebeldes y el Ejército chadiano.

Después de tomar el poder, el CMT anuló la Constitución y disolvió el Gobierno y el Parlamento, aunque prometió la celebración de elecciones libres y democráticas, tras un diálogo nacional, dentro de 18 meses.

Desde el principio, el líder del CMT ha contado con el apoyo de la comunidad internacional, encabezada por Francia, la Unión Europea y la Unión Africana, ya que el Ejército de Chad es uno de los pilares de la guerra contra los grupos yihadistas en la región del Sahel.