La Corte Suprema británica, máxima instancia judicial, informó este jueves de que en octubre celebrará una vista para determinar si el Parlamento de Edimburgo puede legislar sin autorización de Londres para convocar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia.

El tribunal escuchará los días 11 y 12 de octubre los argumentos que ha presentado el Ejecutivo escocés, a través de su procuradora general, Dorothy Bain, para establecer la legalidad de una consulta sobre la escisión sin pasar por el visto bueno del Gobierno central.

La ministra principal y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, ha pedido recientemente al Gobierno británico negociar los términos de la denominada Orden 30 del Acta de Escocia (1998), que transfiere temporalmente el poder para celebrar un referéndum del Parlamento de Westminster (central) al de Holyrood (Escocia).

El Gobierno británico cree que no es el momento de celebrar otro referéndum

Sin embargo, el primer ministro en funciones, Boris Johnson, ya le ha hecho saber a Sturgeon que no es el momento para una consulta. La ministra principal ya ha dado a conocer un ambicioso plan para celebrar un nuevo referéndum sobre la independencia y propuso la fecha del 19 de octubre de 2023 para esa consulta.

En el primer plebiscito que tuvo lugar en septiembre de 2014, los escoceses rechazaron la separación de Escocia del resto del Reino Unido, pero Sturgeon argumenta ahora que hay razones para otra consulta después de que la región votó en contra del Brexit en 2016 y porque su formación fue la más votada en los comicios al legislativo de Edimburgo celebrados en mayo del año pasado.

En virtud del plan de Sturgeon, se estudian vías como la judicial y la electoral para forzar el referéndum, si Londres no acepta negociar la Orden 30 del Acta de Escocia (1998, con la que se materializó la autonomía escocesa durante el Gobierno de Tony Blair).

En caso de que la Corte Suprema dictamine que Holyrood no tiene derecho a legislar para convocar otro referéndum, entonces Sturgeon centrará exclusivamente la campaña para las próximas elecciones generales británicas (2024) en un "referéndum de facto".

Según Sturgeon, la pregunta en el eventual referéndum sería; "¿Debería Escocia ser un país independiente?", la misma que se hizo en la consulta de 2014, en la que el 55 % de los votantes apoyaron la permanencia en el Reino Unido y el 45 % votó a favor de la escisión.