En un contexto económico sacudido por la incertidumbre que ha provocado las consecuencias de la pandemia del coronavirus, especialmente en forma de falta de piezas para la fabricación de automóviles nuevos, y la posterior llegada de la guerra en Ucrania, con una al parecer interminable subida de los precios, el mercado del automóvil, que ya tenía bastante con afrontar las exigencias de su progresiva e irrenunciable transición hacia la movilidad libre de emisiones, se ha visto golpeado seriamente por todos los flancos.
Los potenciales compradores se debaten entre esperar a una situación general más calmada y definida o decidirse por la compra de un nuevo modelo, ya sea de combustión, híbrido, híbrido enchufable o eléctrico. En Seat, tanto a través de la marca madre como de la cada vez más pujante Cupra, son conscientes de que nos dirigimos inapelablemente hacia los coches de cero emisiones, pero en ese tránsito –hasta 2035 se venderán modelos de combustión e híbridos y se podrán utilizar hasta 2050- no descuidan su oferta de modelos alimentados por gasolina, gasóleo, gas natural comprimido (GNC) e híbridos de gasolina/electricidad.
Y con vistas a responder de la mejor manera posible a las exigencias de cada mercado, “actualizan su oferta para hacerla más competitiva, al tiempo que la simplifican, atendiendo a la demanda de los clientes del segmento”, aseguran desde la firma española. Así, el popular Seat León, el turismo compacto disponible en carrocería de cinco puertas y en la dinámica y familiar Sportstourer, “añade a su oferta el motor de gasolina 1.5 TSI de 130 CV en combinación con el deportivo acabado FR, una línea muy demandada en nuestro país, sustituyendo a la versión de 150 CV que se ofrecía hasta el momento. El equipamiento del compacto de Seat es muy elevado y se estructura en los acabados Style y FR, que hasta ahora han supuesto el 85% de las ventas del León. Asimismo, se propone una amplia gama de motores con hasta cinco sistemas de propulsión diferentes: gasolina, gasolina Mild-Hybrid (con sistema de 48V) para el 1.0 TSI de 110 CV DSG7v, híbrido enchufable, gas natural comprimido y diésel”.
Viendo la lista de precios oficiales anunciados por la marca, está claro que el 1.5 TSI (con 130 CV, 200 Nm, 208 km/h, seis marchas y consumos entre 5,4 y 6,2 litros) es la estrella, ya que se ofrece desde 26.910 euros, en tanto que el 1.0 TSI (de 110 CV, 200 Nm, tres cilindros, caja manual de seis marchas o automática DSG de siete, con sus 197 km/h y un gasto medio de 5,3 a 6,2 litros) lo hace desde 26.200 euros. Los diésel, disponibles con el motor 2.0 TDI en potencias de 115 y 150 CV y cambio manual de seis marchas o automático DSG de doble embrague de siete relaciones, salen a la venta desde 28.620 euros. Por su parte, el híbrido enchufable (e-Hybrid), con 204 CV, 350 Nm, 220 km/h de velocidad punta y una autonomía en modo exclusivamente eléctrico que va de 57 a 64 kilómetros, se comercializa por 37.150 euros. La otra opción más ecológica es la TGi, de gas natural comprimido, con 130 CV y 200 Nm, 203 km/h de velocidad punta y consumos de 6 a 6,6 litros de gasolina o de 3,9 a 4,3 kilogramos de gas a los 100 kilómetros, aquí por 29.720 euros.
A destacar que a la excelente dotación en equipamiento de la terminación Style y de la deportiva y todavía más completa FR se suman los packs opcionales XL y XXL, que por 200 y 410 euros adicionales aportan unos elementos extra que compensan de largo su coste. Para más adelante, en Seat anuncian la llegada de los paquetes de equipamiento denominados XS y XM, que permitirán versiones más asequibles respecto a los XL y XXL, con lo que configurarán una amplia oferta para satisfacer las exigencias y necesidades de todo tipo de compradores.
Con todos estos mecanismos, ya sean de serie o en opción, los renovados Seat León se configuran como una de las propuestas de compra más recomendables por su alto nivel de seguridad, dinamismo, conectividad y confort, tanto en formato compacto de cinco puertas como en el siempre atractivo y deportivo familiar Sportstourer.